28 diciembre 2008

Talles grandes para hombres

La legislación argentina se prepara para aplicar la "ley de talles" también a los varones.

La Cámara de Diputados bonaerense dio media sanción al proyecto. Una vez sancionada la iniciativa, que ahora deberá ser tratada por el Senado provincial, otorgará un plazo de seis meses para cumplir con las nuevas exigencias.

La iniciativa deberá ser tratada por la Cámara alta provincial, que modifica la ley vigente que obliga a los comercios de ropa femenina a tener prendas de talles grandes.

El proyecto, elaborado por los diputados bonaerenses Luis Bruni y Dulce Granados, se fundamenta en que "tanto mujeres como hombres" deben tener acceso a la vestimenta "de acuerdo a sus características físicas y no a medidas virtuales".

La iniciativa, una vez sancionada, otorgará un plazo de seis meses para cumplir con las nuevas exigencias.

La denominada Ley de Talles, que rige desde diciembre de 2005, obliga a los comercios de ropa femenina a tener prendas de talles "correspondientes a las medidas antropométricas de la mujer adolescente, en los modelos que ofrecen al público".

La iniciativa establece que los comercios deben mostrar en las estanterías prendas de vestir desde el talle 38 y hasta el 48 pero, según estimaciones oficiales, es alto el porcentaje de comercios que incumplen esta norma.

27 diciembre 2008

Los bulímicos tratados con "terapias conversacionales" se recuperan mejor.

20MINUTOS.ES

La anorexia y bulimia ya afectan a más mujeres maduras que a chicas


* La técnica consiste en una serie de sesiones de asesoramiento para que los pacientes conozcan mejor sus emociones.
* Los tratamientos se dan en sesiones de 50 minutos una vez por semana.
* Un estudio del 'American Journal of Psychiatry' de la Universidad de Oxford, llevado a cabo con 154 personas, así lo confirma.

Cada vez más personas que sufren desórdenes alimenticios pueden beneficiarse de las "terapias conversacionales" que buscan liberarlas de los sentimientos obsesivos, dicen investigadores del Reino Unido. Los científicos dicen que la forma de "terapia de comportamiento cognitivo" especialmente creada puede funcionar en cuatro de cinco personas.

Un estudio del American Journal of Psychiatry de la Universidad de Oxford, llevado a cabo con 154 personas, halló que la mayoría de las personas tratadas lograron una mejora "completa y duradera". Hasta el momento, el tratamiento es oficialmente recomendado sólo para pacientes con bulimia, informa BBC.

Pero el profesor Christopher Fairburn, que lideró el proyecto, cree que su versión puede ayudar a muchas más personas. Su investigación se centró en pacientes bulímicos y "atípicos" y excluyó a los anoréxicos. ¿En qué consiste?
Fairburn desarrolló dos versiones para personas con desórdenes alimenticios

La técnica consiste en una serie de sesiones de asesoramiento que guían a la persona a desvelar los vínculos entre sus emociones y su comportamiento, y a poner en práctica formas de cambiar lo que están haciendo.

Fairburn desarrolló dos versiones para personas con desórdenes alimenticios: uno centrado completamente en este tipo de desórdenes y el otro, más amplio, que incluye problemas en la autoestima que pueden estar contribuyendo.

Ambos tratamientos consisten en sesiones de 50 minutos una vez por semana durante 20 semanas. Los resultados mostraron que los pacientes respondieron positivamente y que su mejora duró un año -lapso en el que hay más probabilidades de tener una recaída.

Dos tercios de los pacientes tuvieron una reacción "completa y duradera", y varios del otro tercio mostraron una mejora sustancial.

23 diciembre 2008

La tesofensina, nuevo fármaco experimental contra el exceso de peso.

Tesofensina para la obesidad.

Un nuevo fármaco utilizado para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas ha obtenido muy buenos resultados contra la obesidad, ya que supera ampliamente la pérdida de peso de los actuales medicamentos para adelgazar. Pero habrá que tener paciencia porque está todavía en estudio (fase II).

La tesofensina es un fármaco con efectos sobre ciertos neurotransmisores (noradrenalina, dopamina y serotonina) que se utiliza en enfermedades como el parkinson y el alzheimer. En el transcurso del tratamiento de personas obesas se observó, como efecto secundario no buscado, que estas personas experimentaban una considerable pérdida de peso (más del doble de la obtenida con otros fármacos contra la obesidad) como consecuencia de que se reducía en ellas la sensación de hambre. Este fármaco también se ha probado en animales.

A la vista de lo anterior, un equipo de investigadores daneses liderado por Arne Astrup, profesor de nutrición de la Universidad de Copenhague, ha estudiado la tesofensina en su utilización específica como fármaco contra la obesidad. Sus conclusiones han sido muy interesantes y prometedoras, y se han publicado en la prestigiosa "The Lancet". Dichas conclusiones indican que es un fármaco más efectivo y seguro que los utilizados hasta el momento, orlistat y sibutramina (el rimonabant acaba de ser desaconsejado o retirado del mercado por sus efectos psiquiátricos negativos).

El estudio se realizó sobre 203 pacientes obesos, de los que 161 lo completaron. Se les sometió a una dieta hipocalórica y a un aumento de la actividad física, y durante cinco meses y medio se les administró tesofensina a la mitad de ellos (subdivididos en tres grupos con dosis de 1/4, 1/2 y 1 mg. al día). A la otra mitad se les dio un placebo.

Los resultados fueron muy prometedores: el grupo que recibió el placebo redujo su peso en una media de 2,2 kg., frente a una reducción media de 6,7 kg., 11,3 kg., y 12,8 kg. para los tres grupos mencionados a los que se administró el fármaco. Estas cifras resultan aún más significativas si se comparan con las reducciones esperadas en ese periodo para los medicamentos actualmente en uso, según los investigadores: 2,9 kg. el orlistat, 4,2 la sibutramina y 4,7 para el retirado rimonabant.

También se apreció una mejora en el metabolismo de la glucosa (aunque no una reducción de azúcar en sangre) y en los niveles de colesterol y triglicéridos, si bien sólo la dosis más baja, de 1/4 de mg. al día, produjo una reducción significativa del LDL o colesterol "malo".

Como efectos secundarios cabe citar náuseas, sequedad bucal, insomnio, mareo, diarrea y estreñimiento en algunos de los pacientes, en especial entre los que tomaron la dosis más alta. También presentaron un aumento de su tensión arterial y del ritmo cardiaco, salvo los que tomaron la dosis más baja. Por lo que respecta a los posibles efectos psiquiátricos (de especial interés a la vista de lo ocurrido con el rimonabant), sólo se puso de manifiesto una mayor tendencia a los cambios de humor.

Según los propios investigadores y diversos expertos, como Marisol Fernández-Alfonso, presidenta de la Sociedad Española para el Estudio de la Salud Cardiometabólica, estos resultados no son más que preliminares (fase II), y es necesario realizar estudios más extensos (en fase III), sobre todo para analizar los efectos sobre la tensión, el ritmo cardiaco y posibles efectos psiquiátricos. Por tanto, esperanza sí, pero también paciencia y cautela.

La tasa de casos de bulimia duplica la de anorexia, asegura una experta.

La tasa de casos de bulimia (ingesta exagerada de alimentos) duplica la de anorexia (negativa a comer con el fin de perder peso), pero todos ellos sumados representan sólo una cuarta parte del conjunto de trastornos alimentarios que únicamente cumplen algunos de los requisitos clásicos (los llamados casos «no específicos»). En la actualidad, se registran dos alteraciones de la conducta alimenticia en hombres por cada diez en mujeres. Y el espectro de edades continúa ensanchándose, de modo que se dan casos en niñas de 9 y 10 años, pero también se producen nuevos diagnósticos en mujeres que rondan los 35.

Éstos son algunos rasgos básicos del perfil que ayer dibujó en Oviedo Montserrat Sánchez Povedano, directora del Instituto de Trastornos Alimentarios (ITA) de Barcelona, quien intervino en unas jornadas sobre esta materia organizadas por la Asociación Mujeres Jóvenes de Asturias.

El ITA no es propiamente un centro, sino una red asistencial creada para el tratamiento de los trastornos alimentarios fundada en 1998. Consta de hospitalización de 24 horas de media-larga estancia, hospital de día, atención ambulatoria y pisos terapéuticos. Cada año atiende a unos 500 pacientes, con una tasa de éxitos que Montserrat Sánchez cifra en un 75 por ciento.

La psicóloga clínica enumeró las características que suelen definir los problemas agudos. Surgen en personas con una edad media de 14 a 16 años, consisten en severas alteraciones en la conducta alimentaria y van acompañadas de una pérdida importante de peso o de un descontrol en la purga. Otros rasgos sintomáticos suelen ser la inestabilidad emocional, alteraciones de conducta relevantes, escasa conciencia de la enfermedad y un entorno familiar desconcertado. El proceso se inicia con una tendencia al aislamiento social y familiar, y acostumbra a ir asociado a una disminución del rendimiento académico.

Montserrat Sánchez puso de relieve que las estrategias que oferta el ITA se fundamentan en «tratamientos centrados en cada individuo, no en su diagnóstico». El abordaje de la enfermedad se lleva a cabo «con un equipo interdisciplinar y desde una red asistencial coordinada». La continuidad y la coordinación entre todos los recursos asistenciales constituye un aspecto de obligada observación. También se hace particular hincapié en incorporar a la familia del paciente al proceso terapéutico y en otorgar un notable protagonismo a los recursos de rehabilitación. Acerca de los pisos terapéuticos, la psicóloga barcelonesa señaló que contribuyen a «conseguir y consolidar un nivel de autonomía adecuado».

http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008122000_46_708876__SociedadyCultura-tasa-casos-bulimia-duplica-anorexia-asegura-experta

13 diciembre 2008

Estudio sugiere que el azúcar podría ser adictiva

La ciencia está verificando lo que muchas personas que comen en exceso ya sospechaban desde hace tiempo, que el azúcar puede ser adictiva.



De hecho, este edulcorante parece suscitar los mismos cambios en el cerebro que se observan en las personas que abusan de drogas como la cocaína y la heroína.

Los hallazgos debían ser presentados el miércoles en la reunión anual del Colegio Estadounidense de Neuropsicofarmacología en Nashville.

"Nuestra evidencia a partir de un modelo animal sugiere que el consumo excesivo episódico de azúcar puede actuar sobre el cerebro de manera muy similar a las drogas que causan dependencia", señaló durante una teleconferencia el 4 de diciembre Bart Hoebel, profesor de psicología de la Universidad de Princeton.

"Beber grandes cantidades de agua con azúcar con hambre puede causar cambios conductuales y hasta neuroquímicos en el cerebro similares a los producidos cuando los animales o las personas consumen sustancias adictivas. Estos animales muestran señales de síndrome de abstinencia y hasta efectos duraderos similares al ansia", dijo.

El Dr. Louis Aronne, director del Programa integral de control del peso del Hospital Presbiteriano de Nueva York y del Centro Médico Weill Cornell de esa ciudad agregó: "La gran pregunta es si esto es un asunto conductual o químico-metabólico. Este tipo de evidencia corrobora la idea de que se trata de algo químico".

Una "adicción al azúcar" hasta puede actuar como vía para un abuso posterior de otras drogas como el alcohol, señaló Hoebel.

Las etapas de la adicción, como las define la American Psychiatric Association incluyen consumo excesivo episódico, síndrome de abstinencia y ansia.

Para la nueva investigación, se les negó alimento a las ratas durante doce horas al día, luego se les dio acceso a la comida y al azúcar (25 por ciento de glucosa y 10 por ciento de sacarosa, similar a una gaseosa) durante doce horas al día durante tres a cuatro semanas.

El consumo excesivo liberó una oleada de dopamina, un neurotransmisor, cada vez en la parte del cerebro relacionada con la recompensa, el núcleo accumbens. "Se ha sabido que el abuso de drogas libera o aumenta los niveles de dopamina en esa parte del cerebro", aseguró Hoebel.

Pero no fue solo el azúcar lo que causó este efecto, explicó Hoebel, fue el azúcar combinado con la alternación en los horarios de privación y largueza. Luego de tres semanas, las ratas mostraron señales de síndrome de abstinencia similares a las observadas en quienes intentan dejar de tomar, de beber o de usar morfina.

A continuación, los científicos bloquearon las endorfinas del cerebro de los animales y hallaron síntomas de síndrome de abstinencia, depresión conductual y reducción en los niveles de dopamina. En otras palabras, confirmaron una relación neurológica con el comportamiento de las ratas.

Pero períodos más largos de abstinencia no "curaron" a las ratas. En cambio, hubo efectos duraderos con los animales. Ingirieron más azúcar que antes, como si ansiaran la sustancia y, sin azúcar, consumieron más alcohol.

Los investigadores especularon que algunos de esos cambios en el cerebro también podrían ocurrir entre los que tienen trastornos alimenticios como bulimia y anorexia, aunque hace falta algo de investigación para confirmar los efectos en los seres humanos.

"Algunos dicen que es fácil perder peso, basta con cerrar la boca y dejar de comer tanto", comentó Aronne. "Yo les digo que una buena manera de superar el calentamiento global es si la gente fabrica menos dióxido de carbono respirando menos". Obviamente, eso es absurdo. No podemos hacerlo sin sentirnos incómodos.

"Lo mismo aplica para la comida", añadió. "La comida que engorda afecta el mecanismo regulador que descompone su sensación de llenura, le hace sentir la urgencia de volver por ese choque de azúcar y esto crea el círculo vicioso de aumento de peso que estamos viviendo".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

08 diciembre 2008

La anorexia y la bulimia tardan cuatro años en diagnosticarse.

EFE. RAQUEL RIVERA. MÁLAGA.

Los médicos achacan el retraso a que los pacientes esconden sus síntomas. Los trastornos alimenticios suelen aparecer a los 16 años, pero la edad media de los enfermos tratados en Málaga es de 26. El 13% de los jóvenes corre el riesgo de sufrir estas patologías ´silenciosas´

A pesar de las campañas públicas contrarias a la delgadez como icono de belleza y al culto desmesurado al cuerpo, existe todavía mucho desconocimiento sobre las causas y efectos de los trastornos alimenticios. Los especialistas advierten de que la sociedad confunde los síntomas y no es consciente de las secuelas de estas enfermedades. En Málaga los casos de anorexia y bulimia tardan cuatro años y medio en detectarse, según un estudio a partir de población clínica elaborado por la Fundación ABB, especializada en la prevención de estas afecciones.

"Parece que para estar enfermo tienes que estar muy delgado y obsesionado con la imagen, y no es así. Por ejemplo, en la bulimia nerviosa los síntomas permanecen ocultos y son más difíciles de diagnosticar", explica Diego Solano, psicólogo y coordinador andaluz de la fundación.

El retraso en la detección de estos trastornos explica que la edad media de los pacientes de Málaga se sitúe en los 26 años. Pero lo cierto es que estas patologías suelen aparecer a los 16 años, según los expertos. "El tiempo que tarda en diagnosticarse corresponde al periodo desde que el enfermo sufre los primeros síntomas hasta que los efectos son muy visibles y decide finalmente acudir al médico para iniciar el tratamiento", explica este especialista.

Estos trastornos siguen en aumento, si bien el ritmo de crecimiento es mucho menor que hace varios años por las iniciativas de prevención. Pero preocupa mucho entre los expertos la demora en el diagnóstico, lo que agrava el riesgo de que la enfermedad se convierta en crónica. "Estos trastornos son totalmente reversibles pero aumenta el riesgo de cronicidad cuando llevan años instalados. Como consecuencia, el paciente padece secuelas físicas y psicológicas muy graves", indica el estudio de la fundación.
Trastornos más frecuentes.

La bulimia y los trastornos por atracón son las enfermedades más frecuentes, al suponer la mitad de los casos que se tratan en los centros. Le siguen los trastornos no específicos, que son aquellos que no llegan al grado de afección de la anorexia y la bulimia, pero influyen en la conducta del paciente, que está obsesionado con el peso, no sigue una dieta equilibrada y sufre por su imagen. Por último, en el 24 por ciento de los supuestos se trata la anorexia, que acarrea secuelas graves si no se sigue un tratamiento. Al año el Servicio Andaluz de Salud (SAS) atiende a más de 2.000 pacientes por trastornos en la conducta alimenticia.

El coordinador andaluz de la fundación asegura que cada vez se están tratando a enfermos más jóvenes, lo que indica que el mensaje de prevención en los centros escolares comienza a calar. "Este año hemos visto a muchos más pacientes de 14 años. El problema está en las generaciones pasadas que desconocían la trascendencia de la enfermedad y que mantienen los síntomas. A ese grupo debemos dirigirnos", asegura Solano. La anorexia o la bulimia siguen siendo enfermedades de mujeres, que suponen el 90 por ciento de las pacientes.

02 diciembre 2008

Cambiar de cuerpo ya es una realidad...virtual

* Científicos suecos logran hacer creer al cerebro que ha cambiado de cuerpo
* Lo logran colocando unos anteojos con cámaras a dos sujetos diferentes
* Al provocar la misma sensación en ambos cuerpos se produce el cambio de identidad
* El hallazgo puede aplicarse a personas con trastornos en la imagen del propio cuerpo
* También abre el camino a una experiencia más completa en juegos de realidad virtual


STAFFAN LARSSON - RTVE.ES 02.12.2008

En la película Cómo ser John Malkovich, el titiritero Craig Schwartz descubre un pasadizo secreto que conduce directamente a la mente del famoso actor estadounidense, dándole la capacidad de controlar su cuerpo durante quince minutos.

Ahora, un grupo de investigadores suecos ha descubierto que no es necesario buscar ninguna ruta mágica para creerse que se tienen las piernas de Julia Roberts o los brazos de Arnold Schwarzenegger: basta con colocar unos anteojos enganchados a una cámara para que nuestro cerebro nos convenza de que hemos cambiado cuerpo, en la primera experiencia extracorporal comprobada en seres humanos de manera inducida.

Con unos anteojos

El engaño es tan simple que parece una broma. Se trata de poner unos anteojos al sujeto y unirlos a unas cámaras que proyectan la visión de otra persona. Luego, tanto el sujeto como la persona con la que va a 'intercambiar' el cuerpo tienen que inclinarse hacia abajo para que el 'engañado' se vea sobre un cuerpo que no es el suyo.

Finalmente, se les da a ambos una serie de golpes en sus respectivos estómagos de manera simultánea durante dos minutos y...voilá! El cerebro se piensa que ha pasado al cuerpo de otra persona.

La prueba fue realizada con un maniquí, de forma que los voluntarios que se prestaron a la prueba realizada por el Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia), se sintieron por unos minutos trasladados a un cuerpo de plástico.

La identificación llegó a tal punto que cuando los investigadores empuñaron un cuchillo contra los maniquíes, los sujetos que se identificaban con ellos experimentaron signos de estrés psicológico similar al que tendrían si les estuviesen atacando, como un aumento del sudor y de la conductividad eléctrica de la piel.

"Esto demuestra lo fácil que es cambiar la percepción del cerebro sobre la identidad física", asegura Henrik Ehrsson, investigador jefe del departamento de neurociencia clínica de este instituto sueco, que firma también un artículo sobre el hallazgo en el último número de la revista PLoS ONE.

Dar la mano a uno mismo

Los investigadores dieron un paso más allá al colocar a dos sujetos con estos aparatos para producir una sensación recíproca de cambio de cuerpo. Luego hicieron que se diesen la mano para comprobar si esa sensación de cambio de cuerpo se podría mantener confrontándose con una imagen de ellos mismos.

El resultado fue asombroso: en vez de darse cuenta del truco, ambos sujetos procesaron la sensación de estar dándose la mano a sí mismo.

Este efecto sugiere que el cerebro se construye su sensación de identidad con un cuerpo más por lo que ve que por las sensaciones que recibe de los músculos, las articulaciones y la piel.

Más aún, el experimento también comprobó que la capacidad de identificación cruzaba las fronteras del género, de forma que mujeres se creían que eran hombres y viceversa.

Aplicación a la anorexia

La principal aplicación terapéutica de este hallazgo se centra en las personas que tienen problemas psicológicos relacionados con una percepción errónea de su identidad física, como ocurre con la anorexia, la bulimia.

Además, también podría servir para confrontar a las personas con su sexismo o sus prejuicios raciales.

Sin embargo, el cambio de 'cuerpo' puede tener aplicaciones mucho menos desinteresadas y lucrativas.

"Puede llevar a una nueva generación de aplicaciones de realidad virtual en videojuegos, donde el jugador puede tener una total identificación con su avatar", asegura el doctor Ehrsson en declaraciones al rotativo británico The Times.

Una aplicación virtual que también se puede aplicar al control de brazos artificiales robóticos para realizar intervenciones quirúrgicas e, incluso, para el control de soldados robóticos con aplicaciones militares.

01 diciembre 2008

Rosa Maria Raich, doctora en Psicología y catedrática de la UAB: "Hay que combatir la mala alimentación y la falsa belleza al mismo tiempo"

Rosa Maria Raich, doctora en Psicología y catedrática de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), es coautora de algunos de los estudios más importantes que se han realizado en nuestro país sobre los trastornos alimentarios.

El último, que data de 2007 y fue realizado en Madrid, reveló el dato alarmante de que la tasa de mortalidad en adolescentes con problemas alimentarios alcanza el 5,5%. Al tiempo que centra su actividad profesional en el ámbito clínico y universitario, Raich, junto con los profesores David Sánchez Carracedo y Gemma López Guimerà, ha publicado un novedoso manual en el que señala a la educación y la formación como las herramientas más esperanzadoras y valiosas para combatir los trastornos alimentarios. "Alimentación, modelo estético femenino y medios de comunicación" es una guía dirigida a los estudiantes de Secundaria con el fin de dotarles de sentido crítico para que sean responsables de sus hábitos alimentarios.

Por MAITE ZUDAIRE

¿Qué les llevó a plantear un manual de nutrición bajo un guión tan específico?

Hace más de 20 años que trabajamos los trastornos alimentarios ligados a la imagen corporal. Los estudios epidemiológicos que realizábamos en clínica nos condujeron a la necesidad de realizar programas de prevención en los que se incluyeran no sólo la formación técnica de nutrición sino que contemplaran el fomento de descubrimiento y crítica de los modelos estéticos que se acompañan a los mensajes de alimentación. Concluimos que una alimentación saludable tiene que ir acompañada de una formación crítica sobre los modelos corporales.

¿Cómo se detectó esa necesidad?

Los primeros estudios que llevamos a cabo en siete escuelas de Terrasa se revelaron eficaces en la formación y nos descubrieron que los aspectos más básicos de la nutrición eran desconocidos entre los estudiantes. Pero sobre todo evidenciaron la necesidad de cuestionar el modelo estético que parece responder a una concepción objetiva de la belleza. Las adolescentes no daban crédito cuando comprobaron que la delgadez no es sinónimo de hermosura. Que ni lo ha sido a lo largo de la historia, ni lo es en todos los lugares del mundo en la actualidad.

Pero sí lo es en su cultura y ahora.

"El mejor tratamiento para combatir la obesidad es la prevención, sin caer en dietas tiránicas para perder kilos"

Pero son imágenes falsas. Esta falsedad reside en que las fotos que transmiten esa supuesta belleza no son reales: los cuerpos están retocados, compuestos por varias mujeres, manipulados hasta la exageración. Cuando se les demuestra que los cuerpos de la publicidad están trucados los adolescentes llegan por sí mismos a la conclusión de que la belleza que se les vende es mentira y algo falso no puede ser bello. Es más, no puede guiar sus gustos. Aquí encuentran una herramienta para combatir su dictadura dietética.

¿Es posible compatibilizar la recomendación de que es sano estar delgado -o al menos no obeso- con que no hay por qué obsesionarse con la delgadez y ser críticos con los iconos de belleza actuales?


Se trata de que la corriente que combata los trastornos de la alimentación también luche contra la tiranía de una imagen corporal falsa. Hay que luchar contra la mala alimentación y la falsa belleza al mismo tiempo. La persona obesa es la que más tiranizada está por una imagen supuestamente perfecta. Su error le conduce a desarrollar comportamientos equivocados en ambas direcciones: es víctima de una mala conducta alimentaria en la que se somete a dietas extremas con la misma fe que otorga al cuerpo imposible imaginado por la publicidad. Hemos comprobado que demostrando que lo segundo es falso se cuestiona también la eficacia de lo primero.

¿Por qué centra el manual sólo en la imagen mediática de la mujer?

Porque la mujer está siendo utilizada sin escrúpulos como un objeto publicitario. Los chicos tampoco quieren estar gordos pero su imagen en venta les permite tener músculo, ser grandes, ser fuertes. El hombre no tiene problema para encontrar ropa. Una mujer con la talla 46 sufre un verdadero calvario.

¿La homogenización de las tallas es una buena idea?

Es una iniciativa estupenda, sólo estoy esperando a que la lleven a la práctica, tal y como se comprometieron.

¿Ayudaría a modificar los valores estéticos?

Es un paso al que hay que añadir muchos más. Tendríamos que trabajar para erradicar el sexismo que permite que los hombres se mofen de las mujeres que están gruesas. Deberían promoverse modelos de mujer más variados, no reducir lo atractivo a la mujer flaca. La mujer inteligente, ingeniosa, cautivadora, enigmática no se manifiesta sólo en un cuerpo delgado.

¿Qué modelo actual le parece más contraproducente?

Hay muchísimos, pero una podría ser Victoria Beckham y este tipo de mujeres tan delgadas que se muestran como la esencia del glamour y quieren simbolizar la belleza. Nos las presentan como la imagen perfecta y el objetivo a alcanzar si se aspira a ser guapa. En el trasfondo de esto se detecta que la sociedad promueve la insatisfacción corporal con el fin de suscitar el consumo indiscriminado de "remedios de belleza" y la persecución de un ideal imposible.

Si se utilizaran iconos más reales, ¿se promocionaría una publicidad más sana?

La capacidad inventiva para vender ha demostrado ser enorme. No sé qué idearían. De lo que estoy segura es de que las personas viviríamos más tranquilas sin tantas promesas falsas, iconos falsos y fantasías innecesarias, que además son muy perjudiciales para la salud.

Precisamente, califica de alarmante por exagerada la preocupación por el peso en personas con un IMC normal.

El 80% de mis alumnas universitarias en un rango de peso normativo son chicas guapas, delgadas, con un peso normal y sin embargo reconocen que quieren perder peso. También un porcentaje alto de las que están muy delgadas aspiran a quitarse kilos; no digamos ya las que sufren sobrepeso u obesidad. Esta insatisfacción con el propio cuerpo de una persona que se alimenta bien y hace algo de ejercicio no nos puede dejar indiferentes.

¿Puede ser consecuencia de las campañas que presentan la obesidad como un peligro contra el que hay que luchar con todas las fuerzas?

La obesidad es una enfermedad muy seria y en permanente curva ascendente a la que hay que prestar mucha atención. Pero un índice de masa corporal normal está muy lejos de la enfermedad y, sin caer en dietas extremas para perder kilos, el mejor tratamiento para combatir la obesidad es la prevención. Es necesario multiplicar la educación nutricional, promover el ejercicio físico y dotar a la sociedad de herramientas para que las personas sean críticas con los modelos que nutren los medios de comunicación -publicidad, cine, moda- y realistas con la propia imagen corporal.

Se comienza a hablar de pregnorexia, conductas alimentarias restrictivas llevadas a cabo por mujeres embarazadas. ¿Se le ha puesto un nombre a un fenómeno antiguo o se trata de un fenómeno nuevo?

Se puede estar evidenciando en un momento concreto de la vida de la mujer un hecho que viene de lejos. Si bien las personas que están siendo tratadas o que se les ha detectado un trastorno de la alimentación no alcanzan el 7% de la población, se sabe que el porcentaje de personas que mantienen un comportamiento anormal con la alimentación es muy superior. La mala relación con el propio cuerpo y con la propia imagen genera verdadero sufrimiento. Es un fenómeno muy generalizado, aunque no requiera tratamiento clínico. Y es un mal contra el que se puede luchar, si no cambiando los iconos sí descubriendo los falsos.

TRASTORNOS ALIMENTARIOS

La Red es otro medio que sirve para informar, formar y sensibilizar sobre los trastornos alimentarios. Según Raich, Internet "tiene más de positivo que de negativo" en este ámbito, a pesar de que en los últimos años se hayan cerrado más de 350 páginas que incitaban a la anorexia y a la bulimia. "Los encuentros virtuales entre personas que sufren este tipo de trastornos pueden resultar muy positivos", matiza la experta. Un beneficio no sólo para el que recibe un consejo, sino también para "quien lo da". La clave del éxito podría estar en que se sepa organizar de manera que "la persona que ha superado algo de su trastorno pueda aconsejar la crítica del modelo estético, por ejemplo, a otra persona que no está aún muy recuperada". Esto explicaría un fenómeno cognoscitivo según el cual la persona que "da consejos termina adoptándolos". Se trata de un recurso psicológico que resulta útil en el campo de los trastornos alimentarios.

Fuente: consumer

29 noviembre 2008

Montaña rusa

Subir...bajar...subir...bajar...los números nunca pueden mantenerse quietos...ahora toca caída libre, las navidades están llenas de tentaciones, pero las hipocresía que las cubre acaba produciéndome nauseas.

28 noviembre 2008

Más de 8.000 anoréxicas y sólo cuatro camas para ingresarlas en toda la región de Madrid

BEATRIZ CASTRILLO. 28.11.2008

Cuatro camas. Son todos los recursos con los que cuentan las enfermas de anorexia cuyo estado es tan grave que requieren hospitalización para ser alimentadas o evitar que se suiciden.

Una cifra "insuficiente", según la asociación Adaner, que reconoce, sin embargo, que Madrid es pionera en crear este tipo de unidades específicas para trastornos alimentarios.

En la región hay 8.135 mujeres con trastornos alimentarios severos que requieren hospitalización, según Adaner. Sin embargo, sólo 681 han acudido a alguna de las unidades médicas contra estas patologías que hay en la comunidad.

Unidades especializadas

Además de las cuatro camas hospitalarias, en la comunidad hay unidades de trastornos alimentarios en el Gregorio Marañón, el Hospital de Móstoles y el centro de día del Hospital Santa Cristina.

Para los menores, el Hospital Niño Jesús dispone una unidad integral de Trastornos de la Conducta Alimentaria. Y, hace año y medio, la Comunidad creó el Instituto de Nutrición, que habilitó el teléfono gratuito 900 60 50 40, en el que un equipo de especialistas resuelve dudas sobre problemas alimentarios.
Uno de cada diez varones sufre trastornos alimenticios

Todos estos dispositivos fueron concebidos en marzo de 2007, cuando la Comunidad puso en marcha el Pacto contra la Anorexia y la Bulimia para atajar el problema de forma integral. Sin embargo, estos esfuerzos no

Ahora sólo se ingresa a las chicas que están muy delgadas cuando las bulímicas, que en muchos casos presentan un peso normal, no son tratadas aunque vomiten varias veces al día", dice González.La Comunidad sostiene que el Pacto de 2007 sitúa a Madrid a la cabeza del país en la lucha contra la anorexia.

Además, recordó que, aparte de las camas específicas para anoréxicas, en otros 17 hospitales hay 594 camas de psiquiatría que también pueden utilizar las víctimas de trastornos alimenticios. En Madrid, el 6% de las adultas (162.701) tiene algún tipo de trastorno alimentario.

Aunque tradicionalmente los problemas con la comida han sido cosa de jóvenes, afecta cada vez más a señoras mayores. "Las mujeres de 60 y 70 años se someten a dietas permanentes porque con la edad y la menopausia empiezan a ensanchar", explica González.Los varones tampoco se libran de la anorexia: uno de cada diez tiene este trastorno.

"Ahora asumen esta enfermedad y acuden a las asociaciones en busca de ayuda".La anorexia restrictiva, el trastorno en el que se suprime drásticamente la comida, ha tocado techo en la comunidad, según las asociaciones de afectados.

"Las chicas que dejan de comer van a menos, pero por contra, han aumentado los trastornos incompletos que son invisibles como son la bulimia, los atracones, la vigorexia [obsesión por el físico] u ortorexia [la fijación por la comida sana]", avisa María Carmen González.

Fuente: 20 minutos

25 noviembre 2008

Comer rápido nos hace obesos.

Las personas que comen deprisa y hasta que se sienten llenas multiplican por tres el riesgo de sobrepeso.


Comer rápido y terminar saciado en cada comida hace que una persona tenga más probabilidad de sobrepeso e, incluso, de obesidad. En una sociedad en la que los hábitos alimentarios están cambiando, los expertos están de acuerdo en que es necesario fomentar la educación nutricional, sobre todo en los más pequeños, para detener la epidemia de la obesidad. La forma insana que tenemos de comer es un hábito adquirido en la infancia que podría cambiarse, aunque no sea fácil.

* Autora: TERESA ROMANILLOS
* Fecha de publicación: 21 de noviembre de 2008

Los expertos ya sospechaban que comer con voracidad no era un hábito saludable. "Come despacio y mastica cada bocado 20 veces", promulga el dicho popular. Ahora, una investigación realizada en Japón demuestra que esto es cierto. Para el estudio se ha contado con una muestra de 3.287 individuos de entre 30 y 69 años de edad, a los que se interrogó sobre sus hábitos alimentarios haciendo hincapié en la velocidad a la que solían comer (se debía elegir entre muy lento, lento, medio, rápido y muy rápido). También se preguntó si, de forma habitual, comían hasta saciarse y se determinó el peso ajustado por la altura (índice de masa corporal, IMC).

Demasiado rápido

Cerca del 50% de los participantes reconoció comer hasta sentirse lleno, y un 45,6% de los hombres y el 36% de las mujeres afirmaron que comían de forma muy rápida. Los resultados mostraron que tanto los que comían con rapidez como los que lo hacían hasta hartarse multiplicaban por dos la probabilidad de ser obesos, pero que cuando se daban ambas cosas a la vez, el riesgo todavía se incrementaba más. Los individuos que comían rápido y hasta sentirse llenos ingerían un mayor número de calorías, tenían un mayor peso y tres veces más probabilidades de tener sobrepeso en comparación con los que comían pausadamente y sin saciarse.

Estudios previos ya habían demostrado que tomar los alimentos a mucha velocidad y saciarse en cada comida provocaba sobrepeso. Sin embargo, esta investigación ha dado otro paso adelante al comprobar que cuando están presentes a la vez ambos hábitos, el riesgo de sobrepeso se multiplica.

Los mecanismos de la saciedad

Si se come muy rápido, el estómago no tiene tiempo de enviar la señal de saciedad y se ingiere una mayor cantidad

La regulación del apetito es un proceso complejo del que cada vez hay más información. Las anomalías en los sistemas que le indican al cuerpo cuándo hay que dejar de comer parecen ser en parte responsables de algunos casos de obesidad. Cuando comemos, la distensión gástrica es una de las primeras señales de saciedad. Esta señal es transmitida por el sistema nervioso vegetativo hasta el hipotálamo, centro regulador que se encuentra en el cerebro.

Si consumimos muy rápido los alimentos, no damos tiempo al estómago para que envíe la señal de saciedad, por lo que se ingiere una mayor cantidad. El apetito, como la mayoría de los procesos del organismo, también está regulado por hormonas. Además de la insulina, una de las primeras en ser identificada fue la leptina, que se produce en el tejido adiposo y tiene propiedades supresoras del hambre. Más tarde fue la grelina, conocida como la "hormona del hambre" por su función opuesta: aumenta el apetito.

Más hormonas involucradas

La colecistokinina también es una hormona de la saciedad secretada por células duodenales en respuesta a la presencia de alimentos, sobre todo de grasas. Se cree que actúa inhibiendo el vaciado gástrico, lo que contribuye a tener sensación de estar lleno. El péptido intestinal YY (PYY), sintetizado en la porción distal del tracto digestivo y en el sistema nervioso central y periférico, es otra de las hormonas que intervienen para regular lo que comemos.

Más recientemente se ha descubierto la obestatina, que también regula el peso y la ingesta de alimentos, y la oxintomodulina, secretada por unas células de la mucosa del estómago y que actúa suprimiendo el apetito. El sistema nervioso también juega un importante papel en la regulación del apetito. En el hipotálamo, una estructura situada en el cerebro, se encuentra el centro del hambre y de la saciedad. Diversas sustancias de las mencionadas antes actúan sobre estos núcleos.

La sensación de saciedad también parece que, de alguna manera, está genéticamente determinada. Un estudio efectuado por científicos británicos ha puesto de manifiesto que el FTO, un gen que se relaciona con la obesidad, actúa inhibiendo la sensación de saciedad. Investigadores del University College y del King's College, de Londres, examinaron a 3.337 niños entre los 8 y 11 años para estudiar si los que eran portadores de la variante de alto riesgo del gen tenían el apetito alterado. Los resultados mostraron que el gen sí que actúa sobre el apetito, y que los niños con dos copias de la variante de alto riesgo tenían más dificultad para sentirse saciados después de comer.

ACTUAR SOBRE EL APETITO

Es indudable que los hábitos alimentarios están cambiando. Las sociedades del bienestar tienen a su disposición gran cantidad de comida, muy elaborada y de fácil preparación. Disponemos de poco tiempo y a menudo comemos rápidamente. Cada vez hay menos familias que comen juntas y más niños que lo hacen solos delante del televisor. Cada vez se hace más énfasis en la importancia de los hábitos alimentarios como una de las claves en la epidemia de obesidad, remarcando la importancia de trabajar para fomentar una alimentación saludable en los niños, como comer de forma lenta, mediante raciones adecuadas y en familia.

De la misma manera, la forma en que comemos está siendo una de las áreas clave en la investigación de la obesidad. También se están estudiando tratamientos que incorporen sustancias que favorezcan la sensación de saciedad. En este sentido se dirige una investigación británica, del Imperial College de Londres, para desarrollar un fármaco con una hormona saciante, el polipéptido pancreático. Su objetivo es elaborar un tipo de medicamento que pueda absorberse por la boca para poder introducirlo en un chicle.

Otra opción sería administrarlo a través de un inhalador nasal. Los primeros ensayos han mostrado resultados satisfactorios: dosis moderadas de esta hormona pueden reducir de un 15% a un 20% la cantidad de comida ingerida. Probablemente, el comer rápido es un hábito adquirido en la infancia que podría cambiarse, aunque no sea fácil.

Cómo comer despacio

Algunos pequeños consejos pueden ayudar a evitar comer de forma rápida hasta la saciedad:

1. No saltarse las comidas y hacer un pequeño tentempié a media mañana o a media tarde. Esto evita llegar a la mesa con mucha hambre.
2. Comer despacio y en ambientes tranquilos, sin distracciones, como la televisión.
3. Elegir alimentos que necesiten más tiempo de masticación, como ensaladas y verduras, en lugar de purés.
4. Esperar un poco entre la comida y el postre. En la mayoría de los casos, el postre ya no se toma porque aparece la sensación de saciedad.

La mitad de los enfermos con trastornos de la conducta alimentaria "queda con secuelas o muere"

VALENCIA, 24 Nov. (EUROPA PRESS)

La profesora de la Universidad de Antioquía (Colombia) Lucrecia Ramírez y la psicóloga adjunta en la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital la Fe de Valencia, Gloria Cava, afirmaron hoy que la mitad de los enfermos con trastornos de la conducta alimentaria (TCA), entre las que se encuentran la anorexia y la bulimia nerviosas, "queda con secuelas o muere".

Sin embargo, criticaron que "no se está gastando ningún dinero en prevenir esta enfermedad" y es un asunto que "no está en la agenda política", ya que esta patología afecta a las mujeres --por cada diez mujeres que sufren trastornos alimentarios hay un hombre--y existen "unos intereses económicos creados por la industria de la moda, la alimentaria y hasta las ediciones de libros".

Las investigadoras se refirieron en estos términos durante las 'V Jornadas Internacionales sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria: Factores genéticos, psicológicos ambientales y culturales: ¿Dónde intervenir?' que acoge la Universidad Internacional Menendez Pelayo (UIMP) de Valencia desde hoy hasta el próximo miércoles.

Por su parte, Cava explicó que entre un 60/65 por ciento de las pacientes diagnosticadas se curan, un 20/25 por ciento quedan con algún problema o secuela y en el resto --20/25 por ciento-- la enfermedad se cronifica. Asimismo, indicó que un ocho por ciento de las diagnosticadas mueren. Cava subrayó que es una cuestión "económica" con unos "intereses creados en la industria de la moda, la alimentaria y hasta las ediciones de libros".

Asimismo, señaló que afecta a una población adolescente y subrayó que en los últimos años la patología "ha evolucionado", de manera que son "cada vez más jóvenes". "La adolescencia se adelanta en la sociedad y, por tanto, estos trastornos también se adelantan", añadió. Además, destacó que ahora "el vómito aparece al principio del trastorno", cuando antes se iniciaba haciendo una dieta". Es complicado abordar esta patología, dijo, ya que los enfermos "no tienen conciencia de enfermedad".

La investigadora colombiana subrayó que luchar contra esta patología es una "necesidad internacional" y recalcó que el "mayor problema" que tiene es que "no está en las agendas públicas todavía". En España, agregó, los esfuerzos del Ministerio de Sanidad "no están dirigidos de forma sistemática, no cubren todas las comunidades autónomas y dependen aún mucho del funcionario".

Asimismo, lamentó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no tenga catalogada está patología como "prioritaria" y que no se hayan estudiado "los costos económicos y funcionales" de la misma. Al respecto, añadió que se desconoce "cuánto le va a costar al mundo una cohorte de adolescentes solamente preocupadas por su figura corporal, es un grupo poblacional muy grande" y lamentó que no haya "medidas preventivas" porque "el tratamiento es costoso, con una duración de mas de un año".

Este asunto, para Ramírez, es "como el tema del tabaquismo y la violencia a las mujeres, que tardó muchísimo tiempo en estar en las agendas públicas". Al respecto, aseguró que esto seguirá así hasta que la "delgadez" sea un asunto "políticamente incorrecto", ya que ahora es "un valor público que significa felicidad y éxito", dijo.

300 GEMELOS

Por su parte, el catedrático de Psiquiatría de la Universitat de València (UV) y director de este seminario, Luis Rojo, destacó que el Hospital La Fe está efectuando un estudio a 300 pares de gemelos de entre 13 y 17 años --una parte idénticos y la otra mellizos-- para evaluar la "importancia de los genes y del ambiente en la expresión de factores de riesgo" en enfermedades de trastorno de la conducta alimentaria, apuntó.

La conclusión muestra que "siempre hay un juego entre el ambiente en el que está expuesto el sujeto y su vulnerabilidad genética", de manera que "los genes se expresan más en ambientes más permisivos", estableció. Hasta tal punto que "un 70 por ciento de la capacidad de expresión está determinado por los genes y el 30 por ciento por el ambiente".

Lobos pide medidas "urgentes" para combatir la anorexia y la bulimia.

En los últimos dos años los casos atendidos en el sector público, por estas enfermedades, aumentaron de 1.600 en 2005, a más de 3 mil en 2007.

VALPARAÍSO.- El presidente de la Comisión de Salud de la Cámara, diputado Juan Lobos (UDI), llamó a las autoridades del sector y de educación a tomar medidas “urgentes” para combatir la anorexia nerviosa y la bulimia.

El parlamentario expresó que se estima que en los últimos dos años los casos atendidos sólo en el sector público aumentaron en un 100%, pasando de 1.600 en 2005, a más de 3 mil en 2007.

“En Chile estamos a tiempo para evitar que estas enfermedades comiencen a matar a nuestros niños y jóvenes, como ocurre en otros país, como en Argentina, donde incluso existe una ley especial para estas patologías", añadió.

Lobos precisó que en Chile lamentablemente no se ha tomado conciencia de este tema, que afecta en un 90% de los casos a niñas y adolescentes, de un rango de edad que va entre los 13 y los 25 años.

El diputado afirmó que “este debe dejar de ser un tema tabú y tanto en el sistema de salud como en el educacional, se tiene que comenzar a tratar, incorporando a la familia, ya que estas enfermedades tienen un alto costo emocional que hoy no está siendo abordado como corresponde”.

Juan Lobos recalcó que en Argentina, como en otros países del mundo, han adoptado medidas radicales, como por ejemplo, regular las tallas de las prendas de vestir y han implementado herramientas legales para evitar el culto al cuerpo estilizado.

“Creo que Chile debe seguir ese camino, pero debemos tomar medidas antes que el problema sea masivo. Así como nos debe preocupar la obesidad y adoptamos políticas de salud tendientes a controlar el sobrepeso, eso no puede significar atender este otro extremo”.

Lobos también recalcó que hay que desmitificar esta enfermedad que se cree afecta a sectores socioeconómicos altos, pues éste es un mal al cual todos los jóvenes están expuestos.

Fuente: Orbe

24 noviembre 2008

Limitaciones de la anorexia en la Sanidad

Ángel Merino y Ana María Peláez son los padres de una niña que, con doce años, padeció la enfermedad de la anorexia.

Cuando a nuestra hija con doce años se le desencadenó la enfermedad de anorexia, desconocíamos casi todo: su importancia, su alcance, su evolución, su duración, su tratamiento. Hoy, después de cinco años de lucha personal, familiar y de asistencia en el Sistema Cántabro de Salud, conocemos algo más. Conocemos lo que se hace y lo que se deja de hacer y por eso no nos ha quedado más remedio que recurrir a la asistencia privada en búsqueda de, en primer lugar, esperanza. Porque, es precisamente la esperanza la que hemos perdido, aquí, en Cantabria, con un sistema en el que sólo se funciona con buena voluntad.

Y así, ustedes lo comprenderán, no hay enfermedad mental que se cure. En segundo lugar, en búsqueda de terapias profesionales que complementen el simple internamiento cuando el peso del enfermo no alcanza los mínimos saludables. Tener enfermos anoréxicos o bulímicos con equipos sanitarios donde los menos tienen formación específica y donde los más son correturnos o correservicios que igual pueden estar en traumatología, que en medicina interna o en ginecología, contribuye a la desesperación de enfermos y familiares.

Tampoco vemos, sobre todo en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, unas instalaciones dignas y adecuadas para unos enfermos, chicas y chicos, cuya asistencia no es solamente la del ingresado que ocupa una cama y que tiene que comer. Necesitan espacios y ambientes en los que su trastorno psíquico no se confunda ni interfiera con otras patologías o dolencias. Es de sentido común que su internamiento obligado se aproveche, con recursos, para el aprendizaje, cambio y refuerzo de conductas equilibradas que necesitan terapias en espacios específicos y profesionales preparados y experimentados.

A los responsables políticos de la anterior situación les hemos escuchado decir que, ante todo, honradez para no robar del erario público. Nos parece muy bien. Pero nosotros les queremos pedir honradez para no robar a los padres de enfermos de anorexia la confianza depositada en el Sistema Público Sanitario de Cantabria y soluciones para no tener que gastar miles de euros en asistencia privada. Hacen falta políticas de prevención, diagnósticos precoces, personal suficiente con formación específica, instalaciones adecuadas, terapias eficaces y sobre todo, la voluntad firme y expresa de querer curar a unos jóvenes que sufren y se desesperan porque quieren ser felices, estar sanos y no lo consiguen.

A los responsables sindicales de la organización y derechos de los trabajadores sanitarios, también les pedimos honradez para anteponer las necesidades de los enfermos de anorexia a las reivindicaciones laborales. No es nuestra intención poner colorado a nadie, pero invitamos a quien corresponda, a que revise la huida del personal con experiencia, que se ocupaba de estos jóvenes en el Hospital U. Marques de Valdecilla porque no se les reconocía la especialidad o cosas por el estilo que, aunque nadie nos las ha explicado, comprendemos que han ido contribuyendo al deterioro del servicio.

A todas las familias de afectados, les deseamos coraje y les pedimos fuerza para insistir en la mejora, en Cantabria, de los tratamientos de los trastornos alimenticios severos de nuestras hijas e hijos. Que nadie les tape la boca desenfocando la realidad o acudiendo a manoseados estereotipos que todo lo confunden.

Por último, con todos los respetos, a nuestro Presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria, le pedimos que en sus visitas frecuentes a Barcelona le diga al taxista, que le conduzca hacia los centros donde hay varias cántabras ingresadas por anorexia que, además del sufrimiento derivado de su enfermedad, padecen la lejanía y el gasto económico de sus familias. Que quede claro que se trata de tratamientos caros que no están al alcance de todos los bolsillos, es decir, que, mientras en Cantabria no se reaccione, ¿se salve el que pueda?.

Fuente: eldiariomontanes.es

22 noviembre 2008

La Dieta del Agua

Dieta que acelera la perdida de Peso


beber agua con el estomago vacio
Dieta del agua


El último descubrimiento sobre el agua puede interesarte, pues se trata de increíbles beneficios para tu peso, tu salud y tu look.

Se sabe que nuestro cuerpo es casi 80% agua al nacer y que terminamos con 50% al morir. El agua es, en su mayoría, lo que compone nuestro cuerpo toda nuestra vida. Cada vez se conocen más estudios sorprendentes acerca del agua: que esta tiene memoria, que podemos "grabar" información en ella y que la mayoría de las enfermedades están relacionadas con falta de agua y deshidratación.

Beneficios de la hidratación


Rehidratarte adecuadamente puede:

* Incrementar la concentración y la claridad mental más del 20% en menos de 30 minutos al beber agua.
* Aumentar 89% el nivel de energía en tu organismo en 24 horas.
* En 72 horas, mejorar el ciclo del sueno y tu humor.
* Si mantienes durante 4 dias una buena hidratación la resistencia para el ejercicio aumenta notoriamente.
* Si conservas la hidratación adecuada por 1 o 2 semanas pueden desaparecer dolores crónicos como los de espalda y articulares.
* En 3 semanas de beber cantidades apropiadas de agua, pueden sanar las ulceras pepticas.

La clave: hora y temperatura

En el último estudio, los científicos descubrieron que la temperatura del agua y la hora de beberla tienen resultados asombrosos en la perdida de peso.

Seguramente has escuchado muchas veces que beber 8 vasos de agua al día es lo ideal y que debemos mantenernos hidratados para estar sanos, pero el descubrimiento del agua y la perdida de peso no se trata solo de cantidad; el secreto es alternar agua a diferentes temperaturas -caliente, tibia y fría- durante el día, ya que las distintas temperaturas desempeñan una función muy distinta en la regulación del peso.

Al hacer esto, se acelera el proceso de adelgazamiento y se dice que se potencializa hasta un 50% la perdida de peso. En las investigaciones que se llevaron a cabo en la universidad de medicina de Baltimore había mujeres que llegaban a bajar hasta kilos por semana durante el experimento de alternar temperaturas cuando solo con dieta estaban bajando 2 kilos.

Tomar un vaso de agua cada hora es esencial para no subir de peso.

Tips que purifican

Para empezar, toma 350 ml de agua caliente con medio limón exprimido y una cucharadita de raspadura de limón en ayunas. Deja reposar el agua unos minutos antes de beberla, pero que todavía este caliente.

Alterna traguitos de agua caliente y fría durante el día, pues funciona como hidroterapia. Una hora después del agua de limón, bebe un vaso de agua con hielos y repite este ciclo dos veces al día entre comidas (una vez en la mañana y otra en la tarde, no con los alimentos).

Comer frutas y verduras aporta agua al organismo, ya que 85% de ellas es agua. Las vitaminas y nutrientes que contienen, ayudan a perder todavía mas toxinas y a acelerar el metabolismo (los mejores: kiwi, pina, sandia, pepino, espinaca y jitomate).

Toma 1 vaso de agua tibia antes de cada comida, todo completo. Puede ser a temperatura ambiente.

Agua Caliente
Función: Desintoxica el organismo

Mecanismo de Acción: Cuando aumentan los niveles de toxinas en el cuerpo, estas se concentran en órganos vitales como el hígado, los intestinos, el sistema linfático y la piel, para poder eliminarlas. Al acumularse en esos órganos, el metabolismo disminuye, la quema de calorías se reduce, el agua caliente aumenta la temperatura del tracto digestivo y con esto, sus movimientos (persitalsis), los cuales hacen que se promueva la circulación de toxinas del hígado hacia el sistema linfático y de ahí a los intestinos, donde es fácil desecharlas. Al mismo tiempo, aumenta la temperatura del cuerpo, abre los poros y deja salir las toxinas acumuladas en la piel.

Agua Tibia
Función: Suprime el apetito

Mecanismo de Acción: Cuando el agua tibia llega al estomago, este órgano registra la sensación de satisfacción mucho mas rápido que con agua caliente o fría, porque el agua a temperaturas extremas "prende" un mecanismo de defensa en el cerebro y el agua tibia no lo hace. Se puede tomar mas rápido y en mayor cantidad, por lo que el estomago se expande mas rápidamente estimulando el nervio vago, "apagando" la sensación de hambre. También se absorbe más rápido que el agua fría o caliente, así que de esta forma no se instala en el intestino tanto tiempo como las otras temperaturas, esto genera que se absorba más lento la glucosa hacia la sangre y se estabilice más tiempo, lo que reduce los antojos y las tentaciones.

Agua fría
Función: Acelera el metabolismo

Mecanismo de Acción: Cuando te tomas un vaso de agua fría, aumentas el 3% de quema de calorías en tan solo 10 minutos y se mantiene elevada por los siguientes 30 minutos, porque el cuerpo tiene que gastar calorías "calentando" el agua fría para poder absorberla y que sea utilizada por las células. Este proceso toma una gran cantidad de energía, que el cuerpo toma a partir de las calorías procedentes de la quema de los alimentos y la grasa acumulada en tu cuerpo.

19 noviembre 2008

Famosas contra la talla 0

Luchan contra falsos ideales de belleza

Vivimos en la 'Era de la Insatisfacción'. No nos satisfacen nuestras parejas ni nuestros empleos, pero por sobre todo, no nos satisfacen nuestros cuerpos. Gran parte de la insatisfacción la causan los medios empeñados en imponer un precepto de hermosura esquelética que pocas pueden alcanzar. La frustración al no poder realizar lo irrealizable lleva a muchas mujeres a sufrir desórdenes alimenticios que pueden llegar a matar a una persona. Por eso muchas estrellas le han declarado la guerra la talla 0.

El precio de la fama

¿Qué ganan los medios con promover pautas de belleza imposibles y poco saludables? La doctora Kimberly Dennis, psiquiatra y directora de Timberline Knolls, un centro para pacientes con trastornos alimenticios, tiene una teoría interesante. "Los medios giran en torno al sensacionalismo, buscan lo diferente y lo raro. Imponer como norma una imagen física irreal es una excelente manera para crear sensacionalismo y controversia".

Celebres y anoréxicas

Es esa controversia la que empuja a millares de mujeres a la bulimia, anorexia e incluso la muerte. Lo vemos en las noticias diariamente y a veces las víctimas son jóvenes famosas. En el 2006, la agencia Efe informaba por separado de la muerte de dos jóvenes modelos, una brasileña y otra uruguaya. Estos hechos despertaron la conciencia del mundo, principalmente el del modelaje, de los peligros de la anorexia. Desde entonces las pasarelas de Milán y de Madrid han vetado a las modelos talla 0.

Si todas las pasarelas del mundo siguieran su ejemplo pondrían a rostros emblemáticos del modelaje como Naomi Campbell, Giselle Bundchen, Claudia Scheiffer y Kate Moss fuera de la industria. Es comprensible entonces que otras pasarelas internacionales como la de Roma, la de Londres, y las de Estados Unidos no se hayan adherido a esta medida.

En una sociedad tan visual que raya en lo superficial, hacer dietas constantes, subir más de peso o desarrollar un trastorno alimenticio puede ser igualmente trágico y peligroso.

Un artículo de Notimex, "Bellas, famosas y...anoréxicas", describe cómo los desórdenes alimenticios le pueden ocurrir a cualquiera. Britney Spears sufrió de bulimia, la actriz Christina Ricci luchó contra la anorexia, al igual que la princesa Victoria de Suecia, y esa enfermedad quitó la vida a la cantante Karen Carpenter.

En México se ha creado una campaña nacional en contra de los trastornos alimenticios y sus causas. Con el lema de "Di no a la talla 0", el movimiento tiene como representante a la ex Miss Universo Lupita Jones y a actrices de telenovela como Patricia Manterola y Vanessa Guzmán, quien sufrió de anorexia, al igual que Anahí. La integrante de RBD por años luchó contra este mal y ahora busca crear conciencia siendo portavoz de una campaña contra la anorexia.

Otras actrices que también han tenido el valor de hablar sobre su padecimiento son Patricia Navidad y Alicia Machado. La ex Miss Universo creó fama por sus problemas de sobrepeso que al final terminaron empujándola a la bulimia y la anorexia. Un cuadro común entre famosas y las no famosas.

¿Crees que vetar a las modelos talla 0 ayude a evitar la anorexia?

Los estudios demuestran que hay mujeres que aparentan estar satisfechas con su apariencia física, pero tras ser expuestas a imágenes de modelos delgadísimas, experimentan un cambio y se ven libras y llantitas de más que antes no notaban. Estos estudios y otros parecidos han sido incluidos en la tesis universitaria de Crystal Decoytis, que pronto espera publicar bajo el título de Media Conssumption and Image Dissatisfaction.

Esta comunicadora, que trabaja para la firma de relaciones publicas R&J Public Relations, ha hecho una larga investigación sobre las imágenes de los medios y sus efectos en la psiquis del público. Una de sus teorías es que las imágenes siempre van dirigidas a un público masculino y para que la mujer sea el objeto de la 'mirada masculina' debe ser "joven, flaca y sexy". Es por eso que las modelos tienen que ser extremadamente flacas. ¿Pero también la mujer promedio?

Al menos eso cree la mayoría del público femenino bombardeado por ese mensaje y forzado a hacer algo para alcanzar un ideal de extrema esbeltez. Susie Shina es una ex modelo, coreógrafa y bailarina que conoce bien las presiones del mundo de la farándula. Su historia podría ser la de cualquier mujer que se ha enfrentado a la tarea titánica de mantener un peso irreal, hasta que un día llegó a pesar 200 libras.

Hoy ha recuperado su figura y trabaja como monitora de fitness. Su amarga experiencia la ha llevado a la publicación de dos libros de autoayuda: 60 Second circuits: 1000 Ways to get your body back!, y Fit Enough!, pronto a salir al mercado. A pesar de ser parte de la industria del fitness, Susie la hace responsable de sembrar el descontento del público con sus cuerpos.

"Los medios y la industria del fitness nos inundan con mensajes de que necesitamos perder 10 libras de inmediato. A través de correos electrónicos, infomerciales, productos y las tapas de revistas, nos tienen siempre bajo ataque. La idea general es de que estamos descontentos con nuestros cuerpos y que ellos pueden arreglarlos".

"La campaña contra la obesidad es como la lucha anti-drogas… nunca va a ganarse, porque si se solucionara el problema, los programas especializados no recibirían fondos ni las compañías venderían productos”, finalizó Shina.

Llevar un diario de lo que comemos adelgaza, y mucho.




Una investigación realizada en Estados Unidos indica que llevar el control diario de lo que comemos nos puede hacer perder el doble de peso durante una dieta, al ser más conscientes de lo que ingerimos en realidad a lo largo del día.

El estudio, llevado a cabo por el Centro de Investigación de la Salud Kaiser Permantene, en Portland, Estados Unidos, y publicado en "American Journal of Preventive Medicine", se realizó durante seis meses en 1.700 participantes que debían seguir una dieta rica en vegetales y baja en grasas, además de realizar media hora diaria de ejercicio.

La media de peso que perdieron durante el periodo mencionado fue de 5,9 kilos, pero se observó una gran diferencia entre los que apuntaban diariamente lo ingerido y los que no lo hacían: los primeros perdieron hasta el doble de peso. Jack Hollis, responsable de la investigación, añade que "cuantos más registros de alimentos incluían en el diario, más peso perdían".

Las razones de este comportamiento podrían ser varias. Por una parte, Keith Bachman, otro de los responsables del mencionado centro de investigación, señala que "el registrar lo que comemos nos hace ser conscientes de nuestros hábitos y pensar que es posible cambiarlos".

Porque se da con frecuencia el caso de que comemos más de lo que creemos, sobre todo entre horas. Se es consciente de lo que aparece encima del plato, pero ese par de galletas "rapiñadas" al pasar por la cocina o esos trocitos de queso comidos distraídamente mientras cocinamos pesan en nuestro estómago, pero no quizá en nuestro cerebro. A la hora de comer, lo hacemos como si estuviéramos en ayunas sin ser cierto.

Podría ser un efecto similar al ya conocido y demostrado de que se come menos si se come despacio, porque se es más consciente de que nos estamos saciando. El apuntar con cuidado todo lo ingerido, incluyendo estos pequeños "regalos" que nos hacemos, nos hace ser más conscientes de lo que hemos comido al final del día.

Otra posibilidad es la influencia que puede tener en nuestro comportamiento el hecho de mostrar nuestros logros y fracasos a los demás, ya que los participantes tenían, no sólo que apuntar todo lo que comían, sino también mostrarlo a los otros participantes en reuniones semanales de apoyo.

Este estudio es una muestra más de la importancia de lo psicológico en el control del peso. Cuestiones como marcarnos objetivos, controlarlos, mostrar nuestros éxitos a los demás e intentar cambiar hábitos son fundamentales a la hora de adelgazar. No todo es medicación, hormonas y cálculo de calorías.

Fuente: adelgazar.net

18 noviembre 2008

Comer demasiado por la noche

La sensación de inapetencia durante la mañana y de gran apetito en la cena y por la noche caracterizan el síndrome del comedor nocturno



Las personas que sufren el llamado "síndrome del comedor nocturno" (night eating syndrome) tienen diversos puntos en común: inapetencia durante la mañana, incluso apenas comen en la primera mitad del día, y fuerte apetito en la segunda parte de la jornada. Esto les conduce a comer demasiado en la cena y durante la noche. A estos síntomas se suman otros, como el insomnio y los frecuentes despertares nocturnos, acompañados en muchos casos por la sensación de hambre y la necesidad irrefrenable de comer.


* Autor: Por MAITE ZUDAIRE

* Fecha de publicación: 10 de noviembre de 2008

En las consultas de dietética y también en las de psiquiatría encontramos personas con un comportamiento alimentario anormal muy definido. Cuentan con preocupación y angustia cómo el momento del día en el que sienten que pierden el control por la comida es durante la noche, no exclusivamente a la hora de la cena, sino en el transcurso de la noche. Son personas que sufren insomnio y se despiertan varias veces con sensación de tener mucha hambre (hiperfagia), lo que les lleva a levantarse de la cama y comer. Se trata de un trastorno del comportamiento alimentario caracterizado por una desincronización de los patrones de ingesta de alimentos, que se observa en un elevado porcentaje de personas obesas.

Pequeños tentempiés nocturnos

Al comer a esas horas, el organismo concentra su energía y sus esfuerzos en el proceso de la digestión, lo que perturba el sueño y hace que sean tan habituales los despertares nocturnos; así se consolida el círculo vicioso. A este comportamiento característico se suma la anorexia, entendida como falta de apetito que sienten durante la mañana e incluso durante la primera mitad del día. Todas estas características conforman en clínica lo que se ha denominado "night eating syndrome" o síndrome del comedor nocturno.


Se trata de un trastorno del comportamiento alimentario que se distingue claramente de la bulimia nerviosa por varios aspectos como el momento concreto de la ingesta (sólo por la noche); la ausencia de acciones compensatorias (vómitos, uso de laxantes y diuréticos) y porque la ingesta de alimentos, aunque se haga en repetidas ocasiones a lo largo de la noche, consiste en pequeños tentempiés en cada ocasión, más que en un atracón o una comilona. Ahora unas pocas galletas, luego un vaso de leche, más tarde una loncha de jamón con pan...


Por otra parte, la particular desincronización del patrón de comidas, es decir, el hecho de que la persona apenas coma durante el día y concentre la ingesta alimentaria por la noche, es lo que diferencia a este trastorno de otro denominado "trastorno por atracón" o "binge eating". En este último caso, casi de manera inconsciente, se trata de calmar con alimentos un estado de ansiedad o euforia mal canalizado, que puede haber comenzado por razones muy diversas. La persona busca en la comida el placer esperado o deseado en cualquier momento del día.

Riesgo evidente de obesidad

Aunque el consumo de alimentos tras cada "despertar" no es excesivo, si el hábito se acentúa, con el tiempo este consumo de energía de más se traduce en aumento de peso, que puede ser el primer paso para el desarrollo de obesidad. La asociación entre la obesidad y este síndrome se ha constatado en el mayor estudio controlado realizado hasta el momento que analiza los patrones de sueño y alimentación en pacientes obesos.


En la investigación, llevada a cabo desde el Weight and Eating Disorder Program, del Departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania, en EE.UU., se observaron diferencias sustanciales en el patrón de consumo alimentario entre el grupo control y el grupo de pacientes con síndrome de comer por la noche. Los investigadores comprobaron cómo la ingesta de energía en las primeras ocho horas del día (de las seis de la mañana a las dos del mediodía) suponía un promedio de tan sólo 575 kcal en los 46 pacientes con síndrome frente a las 1.082 kcal de los 43 pacientes obesos del grupo control.


Para ser conscientes del poco consumo de alimentos durante esta primera parte del día, cabe decir que las 575 kcal se pueden alcanzar con la ingesta de un desayuno que incluya un vaso de leche entera con café y azúcar, un sándwich de jamón y queso manchego y un vaso de zumo de naranja.


En el estudio, tras analizar la ingesta alimentaria de la segunda mitad del día (desde las dos del mediodía a las diez de la noche), no observaron diferencias relevantes, mientras que sí hubo un cambio reseñable en el consumo alimentario entre ambos grupos por la noche. Mientras que la ingesta energética en las últimas ocho horas (de las diez de la noche a las seis de la mañana) en los pacientes con síndrome rondaba las 600 kcal, en el grupo control tan sólo fue de alrededor de 120 kcal.


Un dato relevante es que la ingesta total de energía a lo largo de todo el día fue prácticamente similar en los dos grupos. Tras analizar los resultados se observa la asociación tan evidente que existe entre este trastorno y la obesidad. Cerca de la mitad de los pacientes diagnosticados con este síndrome tenían un peso normal antes de la aparición del trastorno alimentario, lo que induce a pensar que este trastorno condiciona y/o favorece de manera relevante la aparición de la obesidad.


Según diversas investigaciones internacionales llevadas a cabo entre la población norteamericana, la prevalencia de este trastorno alimentario es muy superior en personas obesas (8-27% según distintos estudios) respecto a personas no obesas (1,5%), si bien se precisan más estudios epidemiológicos sobre esta problemática para conocer con más precisión la prevalencia real de este trastorno.


REGISTRO DE ALIMENTOS




Según los especialistas, a la hora de establecer un diagnóstico claro del síndrome de comedor nocturno se requiere que la ingesta de alimentos después de la cena suponga como mínimo la mitad de la ingesta de energía diaria. La manera de conocer con la máxima precisión esta información es que la persona anote todo lo que come a lo largo del día, que en nutrición clínica se denomina la técnica del registro de alimentos o "recuerdo de 24 horas".


Este tipo de análisis consiste en anotar a lo largo del día todos los alimentos ingeridos, de la forma más detallada posible en lo relativo a cantidades, tipo de alimento o modo de preparación, junto a la hora o el momento del día de su consumo. En el tratamiento multidisciplinar de los trastornos de la conducta alimentaria, tanto el psiquiatra como el psicólogo y el dietista coinciden en la utilidad de anotar al lado de los alimentos ingeridos los sentimientos o las sensaciones experimentados en el momento de la ingesta o de la elección de cada alimento (tristeza, euforia o aburrimiento, entre otros). Desde el Departamento de Psiquiatría del Center for Weight and Eating Disorders, se facilita on line al usuario la posibilidad de recibir información tras rellenar el "Night eating syndrome questionnaire", un cuestionario que ha sido validado por la clase médica para el diagnóstico de este síndrome.


Fuente: Consumer

16 noviembre 2008

¿Alguien tiene idea el tipo de sentimientos que despiertan estas fotos?






A mi particularmente me hacen sentir infinitamente obesa y no soy la única.

«La gordura no se la inventan, está dentro de sus mentes»

La psicóloga clínica Rosa Calvo habló ayer sobre los tratamientos en el día de clausura de las jornadas de Adaner

Rosa Calvo es psicóloga clínica y coordinadora de la Unidad de Trastorno del Comportamiento de la Alimentación del Hospital Universitario Santa Cristina de Madrid. Allí trata casos de extrema gravedad de personas, la inmensa mayoría mujeres, afectadas por la anorexia y la bulimia. Con sólo echar un vistazo a los casos que llegan a su unidad, es posible hacerse una idea de la experiencia que tiene esta experta en los trastornos alimenticios.

El promedio de edad de las mujeres que han llegado a esta unidad de tratamiento es de 30 años. La mitad de ellas se encuentran inactivas, con una pensión de incapacitación.

El 63 por ciento tiene depresión, el 43% trastorno de personalidad y el 35% ha intentado alguna vez suicidarse. A pesar de este panorama, la psicóloga es clara y rotunda: «se puede hacer, existe una salida y se puede ayudar a las pacientes de larga duración».

En la segunda y última jornada del encuentro científico-sanitario sobre 'Atención a los trastornos de la conducta alimentaria:anorexia y bulimia nerviosas', organizadas en Jaén por Adaner, Calvo explicó a los presentes ciertas claves del tratamiento de estas enfermedades. Para empezar, dejó claro que cada paciente es una realidad distinta y que muchos de los conceptos que rodean tanto a la anorexia como a la bulimia son ambiguos.

Para empezar, ambas son a la vez enfermedades y trastornos. «Son enfermedades, pero si las entendemos como algo que nos ha venido, ese concepto nos cercena en la implicación por la que nosotros podemos hacer algo para salir de ahí».

Gravedad

También cada caso varía según la gravedad. Ésta será moderada si el paciente si el paciente tiene dificultades de autoestima y busca la misma en la imagen. En cambio, el caso es extremo cuando a través del trastorno lo que se intenta es encontrar identidad que sea controlable y estable. «Todos buscamos tener una buena apariencia, pero quien la busca con más perfección tiene más posibilidades de caer en esto», explicó la psicóloga.

Por otra parte, durante su alocución, Rosa Calvo también desmontó algún que otro mito que existe en torno a estas enfermedades. «Los padres no pueden mostrarse paternalistas, se sienten impotentes, pero eso no es malo, la decisión final en un tratamiento la tiene la propia paciente, son ellas las que tienen que salir de donde están. No pueden sentirse bien porque otros les den ánimos, sino porque ellas mismas se sientan bien».

Además, según palabras de Calvo, «se ha dicho siempre que estas pacientes son unas mentirosas y no termina de ser así». Y respecto a la gordura, «sí que está, no se la inventan, sólo que está en su mente no en su cuerpo».

15 noviembre 2008

El estrés crónico arrastra al 70% de la población al dulce y las grasas.

15.11.2008
La presión y la tensión liberan hormonas que inciden en la elección de los alimentos y la anorexia

M. GIMENO • VIGO

El estrés no sólo es un enemigo de la buena salud física y mental, sino también de la estética. Así lo demostró ayer en Oia-Baiona el doctor José Antonio Cabranes Díaz, del Hospital San Carlos de Madrid, que intervino en una mesa sobre transtornos de la alimentación, dentro de la XII Reunión Científica de la Sociedad Española de Nutrición.

Cabranes indicó que en una situación de presión crónica o intensa el 70 por ciento de la población incrementa la ingesta de comidas "agradables": dulces y alimentos ricos en grasas, frente al 30% que tiene la reacción contraria. Esta situación no se debe a un "capricho" de cada persona sino al modo de respuesta de los mecanismos biológicos porque se liberan hormonas como el cortisol que conducen a la obesidad por comer en exceso y otras que llevan a la anorexia. "Un elevado número de pacientes con obesidad no eligen su físico y afrontan el estrés como una amenaza", explicó el doctor Cabranes para indicar que la ingesta de comida "agradable" favorece la conducta adictiva a la comida. "Para muchas personas obesas dejar de comer es como un fenómeno de abstinencia similar al de las drogas".

El jefe de la unidad de Nutrición del hospital de Albacete, Francisco Botella, defendió la existencia de unidades de tratamiento de la conducta alimentaria, con la interacción de psiquiatras, psicólogos, endocrinos, auxiliares de enfermería y trabajadores sociales, como el mejor sistema de abordar el creciente número de casos, tanto de anorexia nerviosa como de bulimia. Reivindicó el papel fundamental de los médicos de Atención Primaria, así como de los colegios, para que se pongan en marcha los mecanismos de tratamiento para evitar una situación que asegura creciente, la muerte de pacientes por transtornos en la alimentación.

En este escenario Ovidio Vidal, del Hospital Juan Canalejo, presentó un estudio de 2005 de la sociedad gallega de endocrinología donde queda patente que los coruñeses padecen más obesidad y sobrepeso que los pontevedreses. El 27% de los ciudadanos de A Coruña tienen peso excesivo ante el 19 de Pontevedra. El 63% del norte presenta sobrepeso frente al 56 del sur. Recomienda motivar un estilo de vida que reoriente la conducta ante la comida.

El doctor Lorenzo Pousa Estévez modera hoy la mesa sobre dieta atlántica.

LAS CLAVES

Gasto sanitario similar al del tabaco

La sanidad pública destina cada año un 3% de su presupuestos a atender enfermedades derivadas de la obesidad. Esta cifra está muy próxima a la dedicada a las patologías del tabaco, que asciende al 3,7%, según han explicado los expertos en la reunión científica, al demandar cambios estructurales importantes en todo lo relativo al ejercicio físico, ya que el 60% de la población no realiza ninguna actividad.

Aprovechar la riqueza de la huerta gallega

El doctor Aniceto Charro es tajante al reivindicar las excelencias nutricionales de las verduras y frutas gallegas tan ausentes de los mercados y de los menús familiares. Asegura que una dieta prudente, provoca que el riesgo de padecer un infarto descienda en un 30%. Comparte la necesidad de implantar buenos hábitos alimenticios sin olvidar que en comer también existe un componente cultural y de placer .

28 julio 2008

Descubren el gen que hace que los obesos siempre tengan un buen apetito.

Científicos británicos han descubierto que un gen que comúnmente se relaciona con la obesidad actúa inhibiendo la sensación de saciedad, según indica un estudio publicado en Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.

Los investigadores, del University College y el King's College de Londres, examinaron a 3.337 niños británicos de entre 8 y 11 años para comprobar si los que eran portadores de la variante de alto riesgo del gen, conocido como FTO, tenían el apetito alterado. El gen FTO fue identificado el año pasado también por científicos ingleses.
Han sido examinados 3.337 niños británicos de entre 8 y 11 años

Hasta ahora se sabía que el FTO estaba asociado con la obesidad, un trastorno con componente genético, pero lo que no se conocía era si actuaba influyendo la cantidad de comida ingerida o el número de calorías que se quemaban.

El gen modifica el apetito

Los resultados de este estudio, dirigido por Jane Wardle, del departamento de Epidemiología y Salud Pública del University College London, indican que "el gen actúa modificando el apetito, de manera que los niños del estudio que tenían dos copias de la variante de alto riesgo tenían menos probabilidades de que se inhibiera su apetito después de comer".

El FTO, apuntan los investigadores, es el primer gen común de obesidad que se halla en poblaciones caucásicas. Estudios anteriores demostraron que los adultos con dos copias de ese gen pesan, de media, 3 kilos más, mientras que las personas con sólo una copia pesan 1.5 kilos más que las que no lo tienen.

"Lo que hemos demostrado es que los niños con la variedad de más riesgo del gen tienen respuestas de saciedad más débiles", lo que significa que no se dan cuenta de cuándo están llenos, explica Wardle.

"No es que la gente que porta esa variante del gen automáticamente desarrolle un sobrepeso, pero tienen más tendencia a comer más de la cuenta", lo que les pone en una situación vulnerable en una sociedad llena de tentaciones, añade la investigadora.


Fuente: 20 minutos

16 junio 2008

El hambre nos 'protege' de la depresión.

* Un estudio, realizado en roedores, encuentra una asociación entre el estrés y la grelina

* Esta hormona actúa como mecanismo de defensa frente a la ansiedad y depresión

LAURA TARDÓN

MADRID.- Cuando el estrés aumenta, algunas personas sienten mayor sensación de apetito. Esto se debe a que la 'hormona del hambre' actúa como mecanismo de protección para reducir los síntomas de depresión y ansiedad producidos por el estrés, según se deduce de un estudio publicado por la revista 'Nature Neuroscience'.

La relación entre el estrés y el apetito ha sido analizada en numerosas investigaciones. Se sabe que los niveles de grelina (una hormona relacionada con el apetito y el crecimiento) aumentan cuando se produce la sensación de hambre.

El trabajo, realizado por científicos del Centro Médico de la Universidad Southwestern de Texas (EEUU), demuestra que al aumentar la grelina artificialmente en los ratones se logra reducir los síntomas de ansiedad y depresión que se asocian a las situaciones de estrés. Esto significa que la hormona del hambre podría funcionar como un antidepresivo y ansiolítico.

"Según el estudio que hemos realizado con ratones, cuando el estrés es crónico, los niveles de la hormona del hambre aumentan, de tal forma que actúa como mecanismo de protección para reducir los síntomas relacionados con la depresión y la ansiedad", ha explicado Jeffrey Zigman, profesor adjunto de Medicina Interna y Psiquiatría de la Universidad y uno de los autores del trabajo.

"Esta investigación apoya la idea de que las hormonas del hambre no sólo se encargan de transmitir al cerebro la sensación de apetito, también coordinan la respuesta ante el estrés y probablemente ejercen un papel importante en el humor y los niveles de energía", afirma Michael Lutter, profesor de Psiquiatría y otro de los autores.

Dadas las conclusiones de esta investigación, el bloqueo de esta hormona anularía el envío de la señal de apetito al cerebro. Sin embargo, el equipo de científicos ha constatado que dicho bloqueo sólo causaría un aumento del nerviosismo.
Hambre y humor

Para determinar cómo la grelina afecta el humor, Zigman y su equipo restringieron la entrada de alimentos a los ratones de laboratorio durante 10 días. Esto hizo que sus niveles de grelina se cuadruplicaran. Sin embargo, presentaban menos síntomas de ansiedad y depresión que los ratones que accedían libremente al alimento.

Parece que los niveles de grelina no sólo aumentan cuando se siente hambre sino, además, cuando el estrés es crónico. En estos casos, la grelina sube para protegernos de la ansiedad y la depresión, es decir, actúa como un mecanismo de defensa para reducir dicho estrés.

Lutter ha afirmado que estas conclusiones podrían ser relevantes en el estudio de desórdenes alimenticios como la anorexia nerviosa. Es posible que para las personas con anorexia, perder peso y no comer (es decir, aumentar los niveles de grelina) tenga efectos relajantes o reduzca síntomas de depresión, "lo que refuerza dicha enfermedad", añade.

03 junio 2008

Depresión, atracón y obesidad, una relación íntima.

El trastorno por atracón se asocia a la depresión en más del 50% de los casos y también a la obesidad.

El desorden que consiste en comer alimentos hipercalóricos en muy poco espacio de tiempo se asocia a la depresión y a la obesidad. Las personas que lo padecen entran en un círculo vicioso: estar obesas les deprime y su estado de ánimo depresivo les conduce a comer más. La mayoría se sienten avergonzadas por su comportamiento y se lo ocultan a su médico, cuando deberían confiar plenamente en él si quieren poner remedio a este desorden. Además, hoy ya existe tratamiento, este problema tiene solución.

Los primeros estudios científicos que asocian el trastorno por atracón a la depresión son bastante recientes, apenas tienen tres años. Gracias a ellos hoy se sabe que más del 50% de los pacientes con un trastorno por atracón también sufren depresión. Y eso no es todo: se ha visto que este trastorno es muy frecuente en personas con obesidad, puesto que más del 40% ha protagonizado alguna vez estos episodios de sobreingesta de alimentos -sobre todo hipercalóricos- de forma rápida y descontrolada.

En España, el trastorno por atracón afecta a entre un 2% y un 3% de la población, sin que existan diferencias entre hombres y mujeres ni por la edad. Es más frecuente que la anorexia y la bulimia, pero se conoce menos, según datos presentados por Guadalupe Blay, miembro del Grupo de Habilidades en Nutrición de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) en el XIV Congreso de esta sociedad, celebrado recientemente en Málaga.
La triada de Beck

El factor detonante del binomio trastorno por atracón-depresión es un problema psicológico de base o una baja autoestima de la persona que lo sufre. Este detonante puede explicarse a partir de la famosa teoría llamada Tríada de la Depresión de Beck. Este psiquiatra, de EE.UU., enunció en 1979 una teoría nihilista, según la cual la persona tendría un concepto negativo de sí misma, de sus experiencias vitales y nulas expectativas en el futuro, es decir, nada a lo que agarrarse y ninguna esperanza en el mañana.

El detonante del binomio atracón-depresión es un problema psicológico de base o una baja autoestima del afectado

Esta concepción de sí mismo allanaría el camino de más de uno hacia la depresión. Entre los factores psicológicos que pueden favorecer esta situación están la baja autoestima o el sentirse inferior, la falta de apoyo en la familia que tiende a recriminar al afectado que "está gordo", sentimientos de culpabilidad por su sobrepeso u obesidad, ansiedad y estrés por el trabajo. Y a la vulnerabilidad psicológica cabría añadir que "parte de las personas afectas padecen de sobrepeso condicionado genéticamente, al verse obesas se sienten tristes, empiezan a comer compulsivamente y caen en un círculo vicioso", cuenta Blay.
Atraco a la nevera

El trastorno por atracón es un desorden alimentario más frecuente que la bulimia y que la anorexia y que afecta a entre un 2% y un 3% de la población española, independientemente del sexo y de la edad. Su diagnóstico es más difícil que el de la bulimia porque los pacientes tienden a ocultar que se atracan por vergüenza y tampoco compensan la sobreingesta con conductas purgatorias que dejen señales claras del trastorno, como el esmalte de los dientes dañado por el vómito o el hallazgo de laxantes diuréticos por medio de una analítica, según información presentada en el congreso de la SEMG.

Estos pacientes son conscientes de sus problemas de sobrepeso y obesidad; la depresión también se les suele diagnosticar, ya que habitualmente se muestran tristes y melancólicos en la consulta del médico. Sin embargo, el mayor problema es detectar que sufren un trastorno por atracón, por ser algo que esconden. A través de unas entrevistas estructuradas y mediante un registro alimentario de lo que comen, si son sinceros consigo mismos y con el médico, es posible llegar a averiguarlo.

Estas personas están tan ansiosas que, al llegar a casa, lo primero que hacen es abrir la nevera y arrasarla. Son capaces de ingerir de 5.000 a 10.000 calorías de golpe, devorando una barra entera de mantequilla, un tarro de mayonesa, acabar con un bote de chocolate en polvo e, incluso, tragarse las "cosas más increíbles" como un paquete de cigarrillos o el líquido del lavavajillas cuando no tienen nada más que comer. La cuestión es llevarse algo a la boca para saciar su ansiedad, para lo cual empiezan por un tipo de alimento, picotean otros y acaban habiendo comido de todo en un momento.

Para sentirse saciados, habitualmente el organismo les impele a consumir hidratos de carbono, que son más saciantes, grasas y dulces. Estas personas suelen preferir estos grupos de alimentos a las proteínas, comenta Blay.
Atracón diurno y nocturno

Una parte importante de los afectados por el trastorno por atracón lo sufren durante la noche. El atracón nocturno es un síntoma que sufren entre un 1% y un 2% de la población, según estiman estudios realizados en Europa. Estas personas se levantan de noche, medio o totalmente sonámbulas, se dirigen a la nevera o a la despensa donde tienen los alimentos y se dan un atracón.

Pero, a diferencia del atracón diurno, no se enteran de sus andanzas nocturnas. "Sólo son conscientes de ellas cuando, al día siguiente, algún familiar se lo explica y se encuentran abiertos los envoltorios de los alimentos que han consumido de noche o las migas y restos de comida esparcidos por la casa", informa Blay.

TRES REMEDIOS PARA TRES PROBLEMAS


La clave del éxito para que las personas con trastorno por atracón recuperen el control es que "confíen en su médico. No pasa nada. Todo tiene solución, pero se tienen que motivar mucho y el médico, a su vez, debe tener empatía e implicarse en motivarles mucho", según Guadalupe Blay, de la SEMG. El primer trabajo de los pacientes es romper la barrera de la vergüenza y confiarle su descontrol con la comida. Una vez diagnosticado el problema, deberían recibir tres tipos de tratamiento.

Un tratamiento farmacológico, consistente en antidepresivos para controlar la depresión y que tienen la ventaja añadida de que son saciantes, así que también pueden ayudar a tratar el desorden alimentario. El psicoterapéutico, con orientación cognitivo-conductual para su patología depresiva y para recuperar el control en su conducta alimentaria. En tercer lugar, necesitan el apoyo de un nutricionista para restablecer sus pautas alimentarias y el peso adecuado.

En cuanto a los resultados de los tratamientos, se ha visto que el trastorno alimentario asociado a la depresión que se trata con terapia cognitivo-conductual y sin antidepresivos remite en el 39% de los pacientes, mientras que este problema remite sólo en el 20% de los tratados únicamente con antidepresivos y además hay más abandonos. En los casos en que se reciben las dos terapias combinadas el trastorno alimentario asociado a depresión remite en el 42% (sólo 3% más que los tratados únicamente con terapia psicológica) y los pacientes atendidos así también presentan más abandonos.

Estos datos, procedentes de una revisión sistemática de tratamientos elaborada por el centro Cochrane, denota el gran papel de la psicoterapia cognitivo-conductual en la recuperación de estos afectados. Se considera que un paciente está curado cuando han transcurrido cuatro años en los que se mantiene bien con la dieta y no ha sufrido recaídas. Sin embargo, y desafortunadamente, éstas suelen ser frecuentes.

Fuente: Fundación EROSKI