15 noviembre 2008

El estrés crónico arrastra al 70% de la población al dulce y las grasas.

15.11.2008
La presión y la tensión liberan hormonas que inciden en la elección de los alimentos y la anorexia

M. GIMENO • VIGO

El estrés no sólo es un enemigo de la buena salud física y mental, sino también de la estética. Así lo demostró ayer en Oia-Baiona el doctor José Antonio Cabranes Díaz, del Hospital San Carlos de Madrid, que intervino en una mesa sobre transtornos de la alimentación, dentro de la XII Reunión Científica de la Sociedad Española de Nutrición.

Cabranes indicó que en una situación de presión crónica o intensa el 70 por ciento de la población incrementa la ingesta de comidas "agradables": dulces y alimentos ricos en grasas, frente al 30% que tiene la reacción contraria. Esta situación no se debe a un "capricho" de cada persona sino al modo de respuesta de los mecanismos biológicos porque se liberan hormonas como el cortisol que conducen a la obesidad por comer en exceso y otras que llevan a la anorexia. "Un elevado número de pacientes con obesidad no eligen su físico y afrontan el estrés como una amenaza", explicó el doctor Cabranes para indicar que la ingesta de comida "agradable" favorece la conducta adictiva a la comida. "Para muchas personas obesas dejar de comer es como un fenómeno de abstinencia similar al de las drogas".

El jefe de la unidad de Nutrición del hospital de Albacete, Francisco Botella, defendió la existencia de unidades de tratamiento de la conducta alimentaria, con la interacción de psiquiatras, psicólogos, endocrinos, auxiliares de enfermería y trabajadores sociales, como el mejor sistema de abordar el creciente número de casos, tanto de anorexia nerviosa como de bulimia. Reivindicó el papel fundamental de los médicos de Atención Primaria, así como de los colegios, para que se pongan en marcha los mecanismos de tratamiento para evitar una situación que asegura creciente, la muerte de pacientes por transtornos en la alimentación.

En este escenario Ovidio Vidal, del Hospital Juan Canalejo, presentó un estudio de 2005 de la sociedad gallega de endocrinología donde queda patente que los coruñeses padecen más obesidad y sobrepeso que los pontevedreses. El 27% de los ciudadanos de A Coruña tienen peso excesivo ante el 19 de Pontevedra. El 63% del norte presenta sobrepeso frente al 56 del sur. Recomienda motivar un estilo de vida que reoriente la conducta ante la comida.

El doctor Lorenzo Pousa Estévez modera hoy la mesa sobre dieta atlántica.

LAS CLAVES

Gasto sanitario similar al del tabaco

La sanidad pública destina cada año un 3% de su presupuestos a atender enfermedades derivadas de la obesidad. Esta cifra está muy próxima a la dedicada a las patologías del tabaco, que asciende al 3,7%, según han explicado los expertos en la reunión científica, al demandar cambios estructurales importantes en todo lo relativo al ejercicio físico, ya que el 60% de la población no realiza ninguna actividad.

Aprovechar la riqueza de la huerta gallega

El doctor Aniceto Charro es tajante al reivindicar las excelencias nutricionales de las verduras y frutas gallegas tan ausentes de los mercados y de los menús familiares. Asegura que una dieta prudente, provoca que el riesgo de padecer un infarto descienda en un 30%. Comparte la necesidad de implantar buenos hábitos alimenticios sin olvidar que en comer también existe un componente cultural y de placer .

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