28 diciembre 2008

Talles grandes para hombres

La legislación argentina se prepara para aplicar la "ley de talles" también a los varones.

La Cámara de Diputados bonaerense dio media sanción al proyecto. Una vez sancionada la iniciativa, que ahora deberá ser tratada por el Senado provincial, otorgará un plazo de seis meses para cumplir con las nuevas exigencias.

La iniciativa deberá ser tratada por la Cámara alta provincial, que modifica la ley vigente que obliga a los comercios de ropa femenina a tener prendas de talles grandes.

El proyecto, elaborado por los diputados bonaerenses Luis Bruni y Dulce Granados, se fundamenta en que "tanto mujeres como hombres" deben tener acceso a la vestimenta "de acuerdo a sus características físicas y no a medidas virtuales".

La iniciativa, una vez sancionada, otorgará un plazo de seis meses para cumplir con las nuevas exigencias.

La denominada Ley de Talles, que rige desde diciembre de 2005, obliga a los comercios de ropa femenina a tener prendas de talles "correspondientes a las medidas antropométricas de la mujer adolescente, en los modelos que ofrecen al público".

La iniciativa establece que los comercios deben mostrar en las estanterías prendas de vestir desde el talle 38 y hasta el 48 pero, según estimaciones oficiales, es alto el porcentaje de comercios que incumplen esta norma.

27 diciembre 2008

Los bulímicos tratados con "terapias conversacionales" se recuperan mejor.

20MINUTOS.ES

La anorexia y bulimia ya afectan a más mujeres maduras que a chicas


* La técnica consiste en una serie de sesiones de asesoramiento para que los pacientes conozcan mejor sus emociones.
* Los tratamientos se dan en sesiones de 50 minutos una vez por semana.
* Un estudio del 'American Journal of Psychiatry' de la Universidad de Oxford, llevado a cabo con 154 personas, así lo confirma.

Cada vez más personas que sufren desórdenes alimenticios pueden beneficiarse de las "terapias conversacionales" que buscan liberarlas de los sentimientos obsesivos, dicen investigadores del Reino Unido. Los científicos dicen que la forma de "terapia de comportamiento cognitivo" especialmente creada puede funcionar en cuatro de cinco personas.

Un estudio del American Journal of Psychiatry de la Universidad de Oxford, llevado a cabo con 154 personas, halló que la mayoría de las personas tratadas lograron una mejora "completa y duradera". Hasta el momento, el tratamiento es oficialmente recomendado sólo para pacientes con bulimia, informa BBC.

Pero el profesor Christopher Fairburn, que lideró el proyecto, cree que su versión puede ayudar a muchas más personas. Su investigación se centró en pacientes bulímicos y "atípicos" y excluyó a los anoréxicos. ¿En qué consiste?
Fairburn desarrolló dos versiones para personas con desórdenes alimenticios

La técnica consiste en una serie de sesiones de asesoramiento que guían a la persona a desvelar los vínculos entre sus emociones y su comportamiento, y a poner en práctica formas de cambiar lo que están haciendo.

Fairburn desarrolló dos versiones para personas con desórdenes alimenticios: uno centrado completamente en este tipo de desórdenes y el otro, más amplio, que incluye problemas en la autoestima que pueden estar contribuyendo.

Ambos tratamientos consisten en sesiones de 50 minutos una vez por semana durante 20 semanas. Los resultados mostraron que los pacientes respondieron positivamente y que su mejora duró un año -lapso en el que hay más probabilidades de tener una recaída.

Dos tercios de los pacientes tuvieron una reacción "completa y duradera", y varios del otro tercio mostraron una mejora sustancial.

23 diciembre 2008

La tesofensina, nuevo fármaco experimental contra el exceso de peso.

Tesofensina para la obesidad.

Un nuevo fármaco utilizado para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas ha obtenido muy buenos resultados contra la obesidad, ya que supera ampliamente la pérdida de peso de los actuales medicamentos para adelgazar. Pero habrá que tener paciencia porque está todavía en estudio (fase II).

La tesofensina es un fármaco con efectos sobre ciertos neurotransmisores (noradrenalina, dopamina y serotonina) que se utiliza en enfermedades como el parkinson y el alzheimer. En el transcurso del tratamiento de personas obesas se observó, como efecto secundario no buscado, que estas personas experimentaban una considerable pérdida de peso (más del doble de la obtenida con otros fármacos contra la obesidad) como consecuencia de que se reducía en ellas la sensación de hambre. Este fármaco también se ha probado en animales.

A la vista de lo anterior, un equipo de investigadores daneses liderado por Arne Astrup, profesor de nutrición de la Universidad de Copenhague, ha estudiado la tesofensina en su utilización específica como fármaco contra la obesidad. Sus conclusiones han sido muy interesantes y prometedoras, y se han publicado en la prestigiosa "The Lancet". Dichas conclusiones indican que es un fármaco más efectivo y seguro que los utilizados hasta el momento, orlistat y sibutramina (el rimonabant acaba de ser desaconsejado o retirado del mercado por sus efectos psiquiátricos negativos).

El estudio se realizó sobre 203 pacientes obesos, de los que 161 lo completaron. Se les sometió a una dieta hipocalórica y a un aumento de la actividad física, y durante cinco meses y medio se les administró tesofensina a la mitad de ellos (subdivididos en tres grupos con dosis de 1/4, 1/2 y 1 mg. al día). A la otra mitad se les dio un placebo.

Los resultados fueron muy prometedores: el grupo que recibió el placebo redujo su peso en una media de 2,2 kg., frente a una reducción media de 6,7 kg., 11,3 kg., y 12,8 kg. para los tres grupos mencionados a los que se administró el fármaco. Estas cifras resultan aún más significativas si se comparan con las reducciones esperadas en ese periodo para los medicamentos actualmente en uso, según los investigadores: 2,9 kg. el orlistat, 4,2 la sibutramina y 4,7 para el retirado rimonabant.

También se apreció una mejora en el metabolismo de la glucosa (aunque no una reducción de azúcar en sangre) y en los niveles de colesterol y triglicéridos, si bien sólo la dosis más baja, de 1/4 de mg. al día, produjo una reducción significativa del LDL o colesterol "malo".

Como efectos secundarios cabe citar náuseas, sequedad bucal, insomnio, mareo, diarrea y estreñimiento en algunos de los pacientes, en especial entre los que tomaron la dosis más alta. También presentaron un aumento de su tensión arterial y del ritmo cardiaco, salvo los que tomaron la dosis más baja. Por lo que respecta a los posibles efectos psiquiátricos (de especial interés a la vista de lo ocurrido con el rimonabant), sólo se puso de manifiesto una mayor tendencia a los cambios de humor.

Según los propios investigadores y diversos expertos, como Marisol Fernández-Alfonso, presidenta de la Sociedad Española para el Estudio de la Salud Cardiometabólica, estos resultados no son más que preliminares (fase II), y es necesario realizar estudios más extensos (en fase III), sobre todo para analizar los efectos sobre la tensión, el ritmo cardiaco y posibles efectos psiquiátricos. Por tanto, esperanza sí, pero también paciencia y cautela.

La tasa de casos de bulimia duplica la de anorexia, asegura una experta.

La tasa de casos de bulimia (ingesta exagerada de alimentos) duplica la de anorexia (negativa a comer con el fin de perder peso), pero todos ellos sumados representan sólo una cuarta parte del conjunto de trastornos alimentarios que únicamente cumplen algunos de los requisitos clásicos (los llamados casos «no específicos»). En la actualidad, se registran dos alteraciones de la conducta alimenticia en hombres por cada diez en mujeres. Y el espectro de edades continúa ensanchándose, de modo que se dan casos en niñas de 9 y 10 años, pero también se producen nuevos diagnósticos en mujeres que rondan los 35.

Éstos son algunos rasgos básicos del perfil que ayer dibujó en Oviedo Montserrat Sánchez Povedano, directora del Instituto de Trastornos Alimentarios (ITA) de Barcelona, quien intervino en unas jornadas sobre esta materia organizadas por la Asociación Mujeres Jóvenes de Asturias.

El ITA no es propiamente un centro, sino una red asistencial creada para el tratamiento de los trastornos alimentarios fundada en 1998. Consta de hospitalización de 24 horas de media-larga estancia, hospital de día, atención ambulatoria y pisos terapéuticos. Cada año atiende a unos 500 pacientes, con una tasa de éxitos que Montserrat Sánchez cifra en un 75 por ciento.

La psicóloga clínica enumeró las características que suelen definir los problemas agudos. Surgen en personas con una edad media de 14 a 16 años, consisten en severas alteraciones en la conducta alimentaria y van acompañadas de una pérdida importante de peso o de un descontrol en la purga. Otros rasgos sintomáticos suelen ser la inestabilidad emocional, alteraciones de conducta relevantes, escasa conciencia de la enfermedad y un entorno familiar desconcertado. El proceso se inicia con una tendencia al aislamiento social y familiar, y acostumbra a ir asociado a una disminución del rendimiento académico.

Montserrat Sánchez puso de relieve que las estrategias que oferta el ITA se fundamentan en «tratamientos centrados en cada individuo, no en su diagnóstico». El abordaje de la enfermedad se lleva a cabo «con un equipo interdisciplinar y desde una red asistencial coordinada». La continuidad y la coordinación entre todos los recursos asistenciales constituye un aspecto de obligada observación. También se hace particular hincapié en incorporar a la familia del paciente al proceso terapéutico y en otorgar un notable protagonismo a los recursos de rehabilitación. Acerca de los pisos terapéuticos, la psicóloga barcelonesa señaló que contribuyen a «conseguir y consolidar un nivel de autonomía adecuado».

http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008122000_46_708876__SociedadyCultura-tasa-casos-bulimia-duplica-anorexia-asegura-experta

13 diciembre 2008

Estudio sugiere que el azúcar podría ser adictiva

La ciencia está verificando lo que muchas personas que comen en exceso ya sospechaban desde hace tiempo, que el azúcar puede ser adictiva.



De hecho, este edulcorante parece suscitar los mismos cambios en el cerebro que se observan en las personas que abusan de drogas como la cocaína y la heroína.

Los hallazgos debían ser presentados el miércoles en la reunión anual del Colegio Estadounidense de Neuropsicofarmacología en Nashville.

"Nuestra evidencia a partir de un modelo animal sugiere que el consumo excesivo episódico de azúcar puede actuar sobre el cerebro de manera muy similar a las drogas que causan dependencia", señaló durante una teleconferencia el 4 de diciembre Bart Hoebel, profesor de psicología de la Universidad de Princeton.

"Beber grandes cantidades de agua con azúcar con hambre puede causar cambios conductuales y hasta neuroquímicos en el cerebro similares a los producidos cuando los animales o las personas consumen sustancias adictivas. Estos animales muestran señales de síndrome de abstinencia y hasta efectos duraderos similares al ansia", dijo.

El Dr. Louis Aronne, director del Programa integral de control del peso del Hospital Presbiteriano de Nueva York y del Centro Médico Weill Cornell de esa ciudad agregó: "La gran pregunta es si esto es un asunto conductual o químico-metabólico. Este tipo de evidencia corrobora la idea de que se trata de algo químico".

Una "adicción al azúcar" hasta puede actuar como vía para un abuso posterior de otras drogas como el alcohol, señaló Hoebel.

Las etapas de la adicción, como las define la American Psychiatric Association incluyen consumo excesivo episódico, síndrome de abstinencia y ansia.

Para la nueva investigación, se les negó alimento a las ratas durante doce horas al día, luego se les dio acceso a la comida y al azúcar (25 por ciento de glucosa y 10 por ciento de sacarosa, similar a una gaseosa) durante doce horas al día durante tres a cuatro semanas.

El consumo excesivo liberó una oleada de dopamina, un neurotransmisor, cada vez en la parte del cerebro relacionada con la recompensa, el núcleo accumbens. "Se ha sabido que el abuso de drogas libera o aumenta los niveles de dopamina en esa parte del cerebro", aseguró Hoebel.

Pero no fue solo el azúcar lo que causó este efecto, explicó Hoebel, fue el azúcar combinado con la alternación en los horarios de privación y largueza. Luego de tres semanas, las ratas mostraron señales de síndrome de abstinencia similares a las observadas en quienes intentan dejar de tomar, de beber o de usar morfina.

A continuación, los científicos bloquearon las endorfinas del cerebro de los animales y hallaron síntomas de síndrome de abstinencia, depresión conductual y reducción en los niveles de dopamina. En otras palabras, confirmaron una relación neurológica con el comportamiento de las ratas.

Pero períodos más largos de abstinencia no "curaron" a las ratas. En cambio, hubo efectos duraderos con los animales. Ingirieron más azúcar que antes, como si ansiaran la sustancia y, sin azúcar, consumieron más alcohol.

Los investigadores especularon que algunos de esos cambios en el cerebro también podrían ocurrir entre los que tienen trastornos alimenticios como bulimia y anorexia, aunque hace falta algo de investigación para confirmar los efectos en los seres humanos.

"Algunos dicen que es fácil perder peso, basta con cerrar la boca y dejar de comer tanto", comentó Aronne. "Yo les digo que una buena manera de superar el calentamiento global es si la gente fabrica menos dióxido de carbono respirando menos". Obviamente, eso es absurdo. No podemos hacerlo sin sentirnos incómodos.

"Lo mismo aplica para la comida", añadió. "La comida que engorda afecta el mecanismo regulador que descompone su sensación de llenura, le hace sentir la urgencia de volver por ese choque de azúcar y esto crea el círculo vicioso de aumento de peso que estamos viviendo".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

08 diciembre 2008

La anorexia y la bulimia tardan cuatro años en diagnosticarse.

EFE. RAQUEL RIVERA. MÁLAGA.

Los médicos achacan el retraso a que los pacientes esconden sus síntomas. Los trastornos alimenticios suelen aparecer a los 16 años, pero la edad media de los enfermos tratados en Málaga es de 26. El 13% de los jóvenes corre el riesgo de sufrir estas patologías ´silenciosas´

A pesar de las campañas públicas contrarias a la delgadez como icono de belleza y al culto desmesurado al cuerpo, existe todavía mucho desconocimiento sobre las causas y efectos de los trastornos alimenticios. Los especialistas advierten de que la sociedad confunde los síntomas y no es consciente de las secuelas de estas enfermedades. En Málaga los casos de anorexia y bulimia tardan cuatro años y medio en detectarse, según un estudio a partir de población clínica elaborado por la Fundación ABB, especializada en la prevención de estas afecciones.

"Parece que para estar enfermo tienes que estar muy delgado y obsesionado con la imagen, y no es así. Por ejemplo, en la bulimia nerviosa los síntomas permanecen ocultos y son más difíciles de diagnosticar", explica Diego Solano, psicólogo y coordinador andaluz de la fundación.

El retraso en la detección de estos trastornos explica que la edad media de los pacientes de Málaga se sitúe en los 26 años. Pero lo cierto es que estas patologías suelen aparecer a los 16 años, según los expertos. "El tiempo que tarda en diagnosticarse corresponde al periodo desde que el enfermo sufre los primeros síntomas hasta que los efectos son muy visibles y decide finalmente acudir al médico para iniciar el tratamiento", explica este especialista.

Estos trastornos siguen en aumento, si bien el ritmo de crecimiento es mucho menor que hace varios años por las iniciativas de prevención. Pero preocupa mucho entre los expertos la demora en el diagnóstico, lo que agrava el riesgo de que la enfermedad se convierta en crónica. "Estos trastornos son totalmente reversibles pero aumenta el riesgo de cronicidad cuando llevan años instalados. Como consecuencia, el paciente padece secuelas físicas y psicológicas muy graves", indica el estudio de la fundación.
Trastornos más frecuentes.

La bulimia y los trastornos por atracón son las enfermedades más frecuentes, al suponer la mitad de los casos que se tratan en los centros. Le siguen los trastornos no específicos, que son aquellos que no llegan al grado de afección de la anorexia y la bulimia, pero influyen en la conducta del paciente, que está obsesionado con el peso, no sigue una dieta equilibrada y sufre por su imagen. Por último, en el 24 por ciento de los supuestos se trata la anorexia, que acarrea secuelas graves si no se sigue un tratamiento. Al año el Servicio Andaluz de Salud (SAS) atiende a más de 2.000 pacientes por trastornos en la conducta alimenticia.

El coordinador andaluz de la fundación asegura que cada vez se están tratando a enfermos más jóvenes, lo que indica que el mensaje de prevención en los centros escolares comienza a calar. "Este año hemos visto a muchos más pacientes de 14 años. El problema está en las generaciones pasadas que desconocían la trascendencia de la enfermedad y que mantienen los síntomas. A ese grupo debemos dirigirnos", asegura Solano. La anorexia o la bulimia siguen siendo enfermedades de mujeres, que suponen el 90 por ciento de las pacientes.

02 diciembre 2008

Cambiar de cuerpo ya es una realidad...virtual

* Científicos suecos logran hacer creer al cerebro que ha cambiado de cuerpo
* Lo logran colocando unos anteojos con cámaras a dos sujetos diferentes
* Al provocar la misma sensación en ambos cuerpos se produce el cambio de identidad
* El hallazgo puede aplicarse a personas con trastornos en la imagen del propio cuerpo
* También abre el camino a una experiencia más completa en juegos de realidad virtual


STAFFAN LARSSON - RTVE.ES 02.12.2008

En la película Cómo ser John Malkovich, el titiritero Craig Schwartz descubre un pasadizo secreto que conduce directamente a la mente del famoso actor estadounidense, dándole la capacidad de controlar su cuerpo durante quince minutos.

Ahora, un grupo de investigadores suecos ha descubierto que no es necesario buscar ninguna ruta mágica para creerse que se tienen las piernas de Julia Roberts o los brazos de Arnold Schwarzenegger: basta con colocar unos anteojos enganchados a una cámara para que nuestro cerebro nos convenza de que hemos cambiado cuerpo, en la primera experiencia extracorporal comprobada en seres humanos de manera inducida.

Con unos anteojos

El engaño es tan simple que parece una broma. Se trata de poner unos anteojos al sujeto y unirlos a unas cámaras que proyectan la visión de otra persona. Luego, tanto el sujeto como la persona con la que va a 'intercambiar' el cuerpo tienen que inclinarse hacia abajo para que el 'engañado' se vea sobre un cuerpo que no es el suyo.

Finalmente, se les da a ambos una serie de golpes en sus respectivos estómagos de manera simultánea durante dos minutos y...voilá! El cerebro se piensa que ha pasado al cuerpo de otra persona.

La prueba fue realizada con un maniquí, de forma que los voluntarios que se prestaron a la prueba realizada por el Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia), se sintieron por unos minutos trasladados a un cuerpo de plástico.

La identificación llegó a tal punto que cuando los investigadores empuñaron un cuchillo contra los maniquíes, los sujetos que se identificaban con ellos experimentaron signos de estrés psicológico similar al que tendrían si les estuviesen atacando, como un aumento del sudor y de la conductividad eléctrica de la piel.

"Esto demuestra lo fácil que es cambiar la percepción del cerebro sobre la identidad física", asegura Henrik Ehrsson, investigador jefe del departamento de neurociencia clínica de este instituto sueco, que firma también un artículo sobre el hallazgo en el último número de la revista PLoS ONE.

Dar la mano a uno mismo

Los investigadores dieron un paso más allá al colocar a dos sujetos con estos aparatos para producir una sensación recíproca de cambio de cuerpo. Luego hicieron que se diesen la mano para comprobar si esa sensación de cambio de cuerpo se podría mantener confrontándose con una imagen de ellos mismos.

El resultado fue asombroso: en vez de darse cuenta del truco, ambos sujetos procesaron la sensación de estar dándose la mano a sí mismo.

Este efecto sugiere que el cerebro se construye su sensación de identidad con un cuerpo más por lo que ve que por las sensaciones que recibe de los músculos, las articulaciones y la piel.

Más aún, el experimento también comprobó que la capacidad de identificación cruzaba las fronteras del género, de forma que mujeres se creían que eran hombres y viceversa.

Aplicación a la anorexia

La principal aplicación terapéutica de este hallazgo se centra en las personas que tienen problemas psicológicos relacionados con una percepción errónea de su identidad física, como ocurre con la anorexia, la bulimia.

Además, también podría servir para confrontar a las personas con su sexismo o sus prejuicios raciales.

Sin embargo, el cambio de 'cuerpo' puede tener aplicaciones mucho menos desinteresadas y lucrativas.

"Puede llevar a una nueva generación de aplicaciones de realidad virtual en videojuegos, donde el jugador puede tener una total identificación con su avatar", asegura el doctor Ehrsson en declaraciones al rotativo británico The Times.

Una aplicación virtual que también se puede aplicar al control de brazos artificiales robóticos para realizar intervenciones quirúrgicas e, incluso, para el control de soldados robóticos con aplicaciones militares.

01 diciembre 2008

Rosa Maria Raich, doctora en Psicología y catedrática de la UAB: "Hay que combatir la mala alimentación y la falsa belleza al mismo tiempo"

Rosa Maria Raich, doctora en Psicología y catedrática de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), es coautora de algunos de los estudios más importantes que se han realizado en nuestro país sobre los trastornos alimentarios.

El último, que data de 2007 y fue realizado en Madrid, reveló el dato alarmante de que la tasa de mortalidad en adolescentes con problemas alimentarios alcanza el 5,5%. Al tiempo que centra su actividad profesional en el ámbito clínico y universitario, Raich, junto con los profesores David Sánchez Carracedo y Gemma López Guimerà, ha publicado un novedoso manual en el que señala a la educación y la formación como las herramientas más esperanzadoras y valiosas para combatir los trastornos alimentarios. "Alimentación, modelo estético femenino y medios de comunicación" es una guía dirigida a los estudiantes de Secundaria con el fin de dotarles de sentido crítico para que sean responsables de sus hábitos alimentarios.

Por MAITE ZUDAIRE

¿Qué les llevó a plantear un manual de nutrición bajo un guión tan específico?

Hace más de 20 años que trabajamos los trastornos alimentarios ligados a la imagen corporal. Los estudios epidemiológicos que realizábamos en clínica nos condujeron a la necesidad de realizar programas de prevención en los que se incluyeran no sólo la formación técnica de nutrición sino que contemplaran el fomento de descubrimiento y crítica de los modelos estéticos que se acompañan a los mensajes de alimentación. Concluimos que una alimentación saludable tiene que ir acompañada de una formación crítica sobre los modelos corporales.

¿Cómo se detectó esa necesidad?

Los primeros estudios que llevamos a cabo en siete escuelas de Terrasa se revelaron eficaces en la formación y nos descubrieron que los aspectos más básicos de la nutrición eran desconocidos entre los estudiantes. Pero sobre todo evidenciaron la necesidad de cuestionar el modelo estético que parece responder a una concepción objetiva de la belleza. Las adolescentes no daban crédito cuando comprobaron que la delgadez no es sinónimo de hermosura. Que ni lo ha sido a lo largo de la historia, ni lo es en todos los lugares del mundo en la actualidad.

Pero sí lo es en su cultura y ahora.

"El mejor tratamiento para combatir la obesidad es la prevención, sin caer en dietas tiránicas para perder kilos"

Pero son imágenes falsas. Esta falsedad reside en que las fotos que transmiten esa supuesta belleza no son reales: los cuerpos están retocados, compuestos por varias mujeres, manipulados hasta la exageración. Cuando se les demuestra que los cuerpos de la publicidad están trucados los adolescentes llegan por sí mismos a la conclusión de que la belleza que se les vende es mentira y algo falso no puede ser bello. Es más, no puede guiar sus gustos. Aquí encuentran una herramienta para combatir su dictadura dietética.

¿Es posible compatibilizar la recomendación de que es sano estar delgado -o al menos no obeso- con que no hay por qué obsesionarse con la delgadez y ser críticos con los iconos de belleza actuales?


Se trata de que la corriente que combata los trastornos de la alimentación también luche contra la tiranía de una imagen corporal falsa. Hay que luchar contra la mala alimentación y la falsa belleza al mismo tiempo. La persona obesa es la que más tiranizada está por una imagen supuestamente perfecta. Su error le conduce a desarrollar comportamientos equivocados en ambas direcciones: es víctima de una mala conducta alimentaria en la que se somete a dietas extremas con la misma fe que otorga al cuerpo imposible imaginado por la publicidad. Hemos comprobado que demostrando que lo segundo es falso se cuestiona también la eficacia de lo primero.

¿Por qué centra el manual sólo en la imagen mediática de la mujer?

Porque la mujer está siendo utilizada sin escrúpulos como un objeto publicitario. Los chicos tampoco quieren estar gordos pero su imagen en venta les permite tener músculo, ser grandes, ser fuertes. El hombre no tiene problema para encontrar ropa. Una mujer con la talla 46 sufre un verdadero calvario.

¿La homogenización de las tallas es una buena idea?

Es una iniciativa estupenda, sólo estoy esperando a que la lleven a la práctica, tal y como se comprometieron.

¿Ayudaría a modificar los valores estéticos?

Es un paso al que hay que añadir muchos más. Tendríamos que trabajar para erradicar el sexismo que permite que los hombres se mofen de las mujeres que están gruesas. Deberían promoverse modelos de mujer más variados, no reducir lo atractivo a la mujer flaca. La mujer inteligente, ingeniosa, cautivadora, enigmática no se manifiesta sólo en un cuerpo delgado.

¿Qué modelo actual le parece más contraproducente?

Hay muchísimos, pero una podría ser Victoria Beckham y este tipo de mujeres tan delgadas que se muestran como la esencia del glamour y quieren simbolizar la belleza. Nos las presentan como la imagen perfecta y el objetivo a alcanzar si se aspira a ser guapa. En el trasfondo de esto se detecta que la sociedad promueve la insatisfacción corporal con el fin de suscitar el consumo indiscriminado de "remedios de belleza" y la persecución de un ideal imposible.

Si se utilizaran iconos más reales, ¿se promocionaría una publicidad más sana?

La capacidad inventiva para vender ha demostrado ser enorme. No sé qué idearían. De lo que estoy segura es de que las personas viviríamos más tranquilas sin tantas promesas falsas, iconos falsos y fantasías innecesarias, que además son muy perjudiciales para la salud.

Precisamente, califica de alarmante por exagerada la preocupación por el peso en personas con un IMC normal.

El 80% de mis alumnas universitarias en un rango de peso normativo son chicas guapas, delgadas, con un peso normal y sin embargo reconocen que quieren perder peso. También un porcentaje alto de las que están muy delgadas aspiran a quitarse kilos; no digamos ya las que sufren sobrepeso u obesidad. Esta insatisfacción con el propio cuerpo de una persona que se alimenta bien y hace algo de ejercicio no nos puede dejar indiferentes.

¿Puede ser consecuencia de las campañas que presentan la obesidad como un peligro contra el que hay que luchar con todas las fuerzas?

La obesidad es una enfermedad muy seria y en permanente curva ascendente a la que hay que prestar mucha atención. Pero un índice de masa corporal normal está muy lejos de la enfermedad y, sin caer en dietas extremas para perder kilos, el mejor tratamiento para combatir la obesidad es la prevención. Es necesario multiplicar la educación nutricional, promover el ejercicio físico y dotar a la sociedad de herramientas para que las personas sean críticas con los modelos que nutren los medios de comunicación -publicidad, cine, moda- y realistas con la propia imagen corporal.

Se comienza a hablar de pregnorexia, conductas alimentarias restrictivas llevadas a cabo por mujeres embarazadas. ¿Se le ha puesto un nombre a un fenómeno antiguo o se trata de un fenómeno nuevo?

Se puede estar evidenciando en un momento concreto de la vida de la mujer un hecho que viene de lejos. Si bien las personas que están siendo tratadas o que se les ha detectado un trastorno de la alimentación no alcanzan el 7% de la población, se sabe que el porcentaje de personas que mantienen un comportamiento anormal con la alimentación es muy superior. La mala relación con el propio cuerpo y con la propia imagen genera verdadero sufrimiento. Es un fenómeno muy generalizado, aunque no requiera tratamiento clínico. Y es un mal contra el que se puede luchar, si no cambiando los iconos sí descubriendo los falsos.

TRASTORNOS ALIMENTARIOS

La Red es otro medio que sirve para informar, formar y sensibilizar sobre los trastornos alimentarios. Según Raich, Internet "tiene más de positivo que de negativo" en este ámbito, a pesar de que en los últimos años se hayan cerrado más de 350 páginas que incitaban a la anorexia y a la bulimia. "Los encuentros virtuales entre personas que sufren este tipo de trastornos pueden resultar muy positivos", matiza la experta. Un beneficio no sólo para el que recibe un consejo, sino también para "quien lo da". La clave del éxito podría estar en que se sepa organizar de manera que "la persona que ha superado algo de su trastorno pueda aconsejar la crítica del modelo estético, por ejemplo, a otra persona que no está aún muy recuperada". Esto explicaría un fenómeno cognoscitivo según el cual la persona que "da consejos termina adoptándolos". Se trata de un recurso psicológico que resulta útil en el campo de los trastornos alimentarios.

Fuente: consumer