Luis Beato, especialista en trastornos alimentarios, asegura que la autoestima juega un rol fundamental en el contexto de la prevención
R. SANTAMARTA / CIUDAD REAL
La educación es fundamental en todos los ámbitos y hábitos de la vida y el respeto al cuerpo, al igual que al medio ambiente, es uno de ellos. Sanidad ha tomado buena cuenta de ello en una iniciativa que Luis Beato, jefe de la Unidad de Trastornos Alimentarios del Hospital General de Ciudad Real, aplaude.
Desde su posición, considera que «la salud debe estar integrada en la convivencia y no debe quedar como una actividad aislada». En este sentido, pone de manifiesto que «una educación integral y en valores, no sólo estéticos, que haga énfasis en el cuidado del propio cuerpo es muy positiva».
«Es importante desterrar planteamientos como ‘eres lo que aparentes’ y poner el acento en principios como la honestidad, el respeto o la capacidad de integración del alumno orientada a conseguir su aceptación y una buena autoestima», indica el doctor Beato que, desde el mes de mayo, es el presidente de la Aeetca, la Asociación Española para el estudio de los Trastornos del Comportamiento Alimentario entre los que se encuentra la bulimia y la anorexia.
Es indudable que la autoestima juega un papel fundamental dentro del contexto de la prevención. Según afirma Luis Beato, su mayor o menor grado dependerá de la interacción del adolescente con su entorno. Por ello, señala que «corregir a los alumnos y estimularles es positivo». «Los niños pasan muchas horas en el colegio o en el instituto, de manera que los profesores pueden observar de cerca las relaciones que establecen. Además, un posible trastorno alimentario, como cualquier otro problema de conducta, repercutirá en su rendimiento escolar», matiza al respecto.
Sin embargo, a su juicio, ese estímulo debe estar fundamentado en el esfuerzo. Así, es necesario que se valore más la dedicación e implicación del alumno, que el resultado. «Hay chicos que cuentan con más capacidades y habilidades que otros, por lo que no se puede juzgar por el mismo rasero a todos», asegura a este respecto el responsable de la Unidad de Trastornos Alimentarios del Hospital General de Ciudad Real.
Y es que, tal y como ponen de relieve sus palabras, «el aspecto más interesante es conseguir que los alumnos menos aventajados, puedan conseguir una buena autoestima». «A veces me he encontrado con pacientes que, por su perfeccionismo y alta exigencia, se fijan en todo lo que hacen mal, en lugar de valorar los aspectos positivos», explica Beato.
En definitiva, «hay que construir en positivo favoreciendo la diversidad, la propia identidad y valores como el optimismo, la responsabilidad y la capacidad de enfrentarse a los problemas».
Campañas. Italia acaba de prohibir la publicidad de una conocida marca de ropa, en la que el fotógrafo italiano Oliviero Toscani, conocido por sus famosas campañas de Benetton, retrata el espíritu de la anorexia encarnado en el frágil cuerpo de la modelo francesa Isabelle Caro. En opinión de Luis Beato, «en el caso de este tipo de trastornos las campañas pueden generar un efecto contraproducente». Así, asevera, que con los adolescentes no funciona la premisa de «a mayor información, menor riesgo».
«Su efectividad en la prevención es bastante cuestionable», según su propia experiencia. «La mayoría de las pacientes que he tenido no pensaban que ellas podrían a llegar a desarrollar este trastorno, por el hecho de obsesionarse con su aspecto físico». De este modo, la modificación de su patrón dietético no es percibida como una conducta de riesgo.
1 comentario:
Super interesante este artículo! Muchas gracias por traérnoslo!
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