La escuálida actriz se internó en un centro de rehabilitación tras conocer la noticia. Su novio le advirtió que, de no hacerlo, la dejaría
"Estoy embarazada", les susurró Nicole Richie a sus amigos antes de ingresar a la institución para combatir su adicción a las drogas y sus desórdenes alimentarios.
La joven se realizó un test casero de embarazo y comprobó sus sospechas: estaba esperando un hijo de su pareja. En seguida, se comunicó con su novio, Joel.
"Si no iba a rehabilitación y se curaba por el bienestar del bebé, amenazó con abandonarla y jamás regresar", aseguró una fuente cercana a la protagonista del reality The Simple Life, según el sitio The Bosh.
Sin dudarlo, la extremadamente flaca joven siguió sus consejos e ingresó en un instituto especializado.
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